viernes, 16 de marzo de 2012

Capitulo 99




Jay se ha llevado a Iker a un pequeño apartamento en las afueras de la ciudad. Los dos desnudos. Iker se deja llevar por el dolor, por la rabia que siente contra Simón. Está dolido porque Simón no lo ha querido escuchar y ha amenazado con acostarse con otro. Iker piensa en esto para dominar el asco que siente ante Jay desnudo. El hombre es muy violento. Trata a Iker como si fuera un objeto. Le da un empujón para que se arrodille.
--¡Mamamela¡
Iker traga sin ganas la dura verga de Jay. El hombre empuja la cabeza de Iker y obliga a chupársela entera y a gran velocidad. Iker hasta tiene arcadas.
--¿te gusta, eh? –jadea Jay excitado pese a que sabe que Iker está pasando un mal rato.
Jay disfruta más teniendo dominando sexualmente al sobrino de su amado más que por lo que éste le esté haciendo.


Mejor lo está pasando Simón. Francisco se lo ha llevado a un despacho. Es su lugar de trabajo. No hay nadie y los dos están muy calientes. Se besan ardientemente mientras se van desnudando. Francisco está encantado de poder poseer ese bello pedazo de carne fresca. Simón está excitado. Nunca se había acostado con un hombre tan mayor y que a la vez le resultara atractivo. Es el hombre de más edad con el que está y eso le gusta pero además es que se le ha hecho apetecible sexualmente. Es la mejor manera que ha encontrado para descargar su alma. Francisco se lanza sobre el tierno y fornido beso de Simón. Le tiene muchas ganas. Se arrodilla ante él. Le desabrocha la cremallera y le saca la verga. No quiere darle tiempo a crecer porque quería verla en su estado natural. La mira con ganas. Escupe antes de tragar.
--que verguita tan linda –dice mientras chupa por los lados.
Jay se traga la verga de Simón que está excitado al tener a sus pies a un hombre como Francisco. La trompa de Simón no es de las más grandes pero está bien, Francisco se la traga entera. Francisco es un hombre maduro. Lleva anillo de casado, es lo que se dice un respetable hombre de negocios y tiene mucha experiencia comiendo vergas. Simón así lo nota. Simón está sentado sobre la mesa mientras Francisco le hace ese rico trabajo. Simón cierra los ojos, acaricia la cabeza del hombre agradeciéndole por el placer que le está dando. Simón no se fija en el retrato que tiene el hombre que se la está chupando. Hay una mujer de unos cuarenta años y un joven. Precisamente Ramiro, ese chico que Simón conoció en la biblioteca y tanto le gustó. Simón está disfrutando mucho y a Francisco le agrada poder dar placer a un chico tan joven.
--te gusta, eh?
--sí, lo hace muy bien. ¡Cómo la mama usted¡
Francisco se levanta. Sonríe.
--¡te estaba mamando la verga, no me trates de usted¡
Simón le sonríe.
--como quieras.
Los dos se besan pero se sonríen. Aunque es sólo sexo, el hombre se muestra afectuoso con Simón y eso le gusta al chico. En un momento en el que está tan deprimido es lo que necesita, que le echen un buen polvo y lo traten con afecto.
--Ven, acá… Ahora te toca a ti.
Francisco agarra a Simón del brazo. Van tras la mesa. Francisco mete en un cajón el retrato antes que Simón pueda verlo. Francisco se sienta en su butaca. Simón se arrodilla mientras que Francisco se saca su verga. Es muy grande, de las más grandes que ha visto. Está ya muy arrugada pero Simón la traga con gusto. Sólo la punta. Con la mano lo va masturbando y le va acariciando los huevos. Francisco se muere de placer.
--Eres muy joven pero se nota que tienes experiencia… ¡Me encanta¡ --jadea el maduro hombre ante el trabajo de ese joven al que tiplica en edad. Francisco se levanta. Simón también. Se besan ardientemente. Los dos están muy excitados.
--ven, vamos por aquí… --le va guiando Francisco.
Simón se queda apoyado en la mesa por la parte de la puerta. Los pantalones y los bóxers en los pies. Francisco se arrodilla ante bien. Le pellizca la nalgas.
--¡qué culo tienes, me encanta¡
Francisco mete su lengua en el culo de Simón y a Simón le gusta mucho. Suda de placer.
--sigue, joder… --jadea.
--te gusta, eh? –jadea Francisco satisfecho.
--sí, sí … --jadea Simón.
Francisco va acariciando esa bella parte de Simón.
--tu culito se lo va a pasar muy bien, no te vas a arrepentir de haberme elegido –jadea.
Francisco se levanta. Se cubre con un preservativo que agarra de un cajón. Mientras va penetrando a Simón, le dice lascivamente:
--tienes hambre, eh?
La verga de Francisco, pese a ser muy grande, entra con facilidad. Eso le excita mucho al hombre. Le excita que, pese a su juventud, Simón tenga tanta experiencia.
--que culito tan goloso tienes –jadea el hombre.
Francisco y Simón gozan. Francisco explota en el interior de Simón. Los dos resoplan.
--¡ha sido fantástico…¡
Simón acaricia al hombre, lo besa. Le baja los pantalones porque quiere verle el trasero. Lo toca. Pese a su edad lo tiene muy buen puesto.
--me gustaría chingarte –le dice.
Los dos están muy cachondos. Francisco no le dice nada. Sólo toma un preservativo del cajón. Simón sonríe satisfecho y lo agarra.

Justo en ese momento, Jay monta a Iker, es salvaje porque lleva días sin tener sexo y le excita que sea el hermano de Ángel.
--¡me hacés daño¡ --Iker con dolor.
--te jodés, te me has vendido…
Jay ayuda como una bestia cuando se viene y le da un puñetazo en toda la cara a Iker que se queda conmocionado.
--¿porqué me pega?
Jay se muestra rabioso.
--porqué te he pagado… ¡¡y ahora largate¡ ¡¡no te quiero ver cerca de Simón¡
--¡usted no me diga lo que tengo que hacer porqué yo también puedo hablar¡
Jay mira con mucho odio a Iker que se va asustado. El hombre no se mueve. Se queda en la cama desnudo y llora. Su cuerpo está satisfecho pero no así su alma.

Iker no ha gozado pero Simón sí está gozando y mucho. Francisco está apoyado en la mesa culo en pompa y Simón lo está penetrando.
--así, así… lo haces muy bien.
Simón se mueve con rapidez. No tiene mucha experiencia como activo y le gusta.
--seguí, seguí así chico. Eres un campeón –jadea el hombre.
Ese coito es interrumpido. Ramiro entra.
--¡abuelo¡
Simón se gira, con su verga dentro del culo de Francisco. Simón y Ramiro se reconocen y se miran con el rostro desencajado.
-- ¿¡qué haces con mi abuelo? ¡¡eres una bestia¡ --Ramiro.
Ramiro se tira sobre Simón. Lo arranca del cuerpo de su abuelo y golpea a Simón como un loco.