Lucas y Simón no dejan de besarse. Van hacia la habitación de Jay. Lucas empieza a desnudar a Simón. Simón tiene dudas.
--espera.
Lucas le gusta mucho pero no quiere que sea un polvo más.
--Es que no quieres? yo sé que lo quieres, que me deseas.
--Sí pero estaba siendo todo tan bonito. No quiero estropearlo. No quiero que cuando me levantes tú no estés a mi lado.
--¿es que te ha pasado otras veces?
Simón agacha la cabeza con vergüenza. Lucas le levanta la mejilla. Es muy cariñoso con él.
--No tengas vergüenza. Yo también he estado con muchos chicos. Eso no es malo pero tú eres especial. Si te sientes más seguro no hacemos nada pero puede ser algo mágico para los dos.
Los dos se desean mucho. Lo dicen sus gordas vergas que van a reventar el pantalón. Simón no lo siente un polvo más, siente que es una verdadera noche de amor y por eso está muy contento. Se deja llevar. Se le olvida sus miedos, no piensa en lo que diría su padre de saber que se ha acostado con un chico en su cama. Lucas se lo lleva al dormitorio de Jay mientras va desnudando a Simón que acaricia con deseo el fornido cuerpo de Lucas.
Lucas y Simón están ardiendo. Los dos sentados en la cama. Sin camisa pero con pantalones. Simón le desabrocha los jeans y traga ese enorme verga creando un gran placer en ambos.
--que cabronazo que bien lo haces¡ ¡¡chupa cabrón¡ me gusta como la chupes. No pares.
Lucas se levanta, baja los pantalones y los bóxers a Simón que quedan en los pies. Lucas se la chupa a Simón mientras se va pajeando. Juega con la verga de Simón , le come el capullo. Mordisquea la punta, le chupa los huevos.
--ahora verás, te llevaré al cielo –le jadea Lucas con cara de depravado.
Simón se saca la ropa. Se queda a cuatro patas en la cama mientras que Lucas se va chupando el culo, se lo abre.
--abre bien el culo, te la voy a meter hasta el fondo…
Con una mano, Lucas le va metiendo los dedos a Simón y con otra (y ayudado con sus dientes) rompe el envase y se pone el condón.
--Te voy a dar más placer del que nunca has recibido en tu vida… --dice Lucas clavándose a Simón.
Simón se retuerce de placer. Lucas es muy salvaje, es sexo puro y duro pero los dos lo disfrutan. Simón emite un fuerte grito pero de placer.
--tranquilo, no te haré daño. Te gustará.
--Lo sé –gime Simón.
Lucas sonríe satisfecho.
--sí, sigue –jadea Simón.
Lucas le azota las nalgas mientras se clava en él con fuerza.
--que culo más abierto, te vas a enterar de lo que es que te den por el culo, cabrón.
Lucas es brusco y apasionado pero a Simón le gusta. Caen los dos derrotados en la cama y con una sonrisa de placer que ninguno de los dos puede disimular.
Al día siguiente…
Lucas se está afeitando. Simón está tocando un tema. Es diferente a todo los demás. Es un tema alegre. Lucas se acerca al salón en donde está Simón. Con la cara llena de espuma y desnudo.
--¿y ese tema? No lo había oído nunca.
Lucas es muy cariñoso con Simón.
--Lo compuse para ti, es para darte las gracias por lo feliz que me has hecho. Te juro que nunca había sido tan feliz.
Lucas se muestra el chico perfecto y Simón está convencido que se está enamorando de él y que van a ser muy felices. Lucas besa a Simón. Se muestra emocionado.
--Gracias, nunca hizo nadie tanto por mi. Eres lo mejor que me ha pasado.
Se funden en un ardiente beso. Simón está totalmente hechizado. Lucas lo acaricia.
--te manché todo.
--No importa.
Se sonríen.
--¿acabo y nos duchamos?
Simón afirma con la cabeza. Lucas va hacia el baño. Se muestra coqueto. Simón deja la guitarra y se empieza a sacar la ropa. Está muy contento.
Simón y Lucas están desnudos en la cama. Han disfrutado de sus cuerpos. Simón está feliz pero tiene una sombra de tristeza en sus ojos. Lucas se muestra cariñoso. Simón está convencido que el chico siente lo mismo por él, que no tiene nada que temer.
--¿porqué tan triste?¿es que ya no te gusta hacer el amor conmigo?
--No es eso ¿y ahora? Me encantó dormir contigo pero ya mañana no estarás.
--No pienses en eso, mañana en la universidad hablamos.
Simón apoya su cabeza en el torso de Lucas.
--pero esta noche dormiremos juntos.
--si claro pero me iré temprano.
Eso es algo que no le gusta nada a Simón.
--pero podemos ir juntos a la uni.
--No porque no tengo mis cosas acá.
--bueno pero no te vayas sin decirme nada. Es algo que odio.
--si claro. No te preocupes.
Simón se queda dormido en brazos de Lucas. No le gusta nada al despertar y encontrar que el chico no está. Es algo que le duele.
--¡no pudo hacerme esto¡
No duda de Lucas. Le ha hecho demasiado feliz.
--seguro que intentó despertarme y no pudo. Recién ahora lo veo.
Lamenta no haberle pedido el celular. Le hubiera gustado el celular. Desnudo como está arregla el cuarto de su padre para que no quede ni resto de lo que ha pasado ese fin de semana. Llega ansioso a la universidad. Lucas no aparece. De hecho nadie sabe darle razón de él. Tiene un mal palpito.
--¡no pudo burlarse de mi¡ ¿para qué?
Busca en las listas del curso y no encuentra a nadie matriculado con el nombre de Lucas. Son demasiadas cosas las que tiene en su mente. No puede decir nada. En ese momento recibe la llamada de Jay.
--¡ven a casa de inmediato¡
Simón obedece a su padre. La ansiedad por no saber de Lucas hace que no le asusta lo que le quiera decir su padre. Jay lo recibe con golpes.
--¿¡a quien has metido en la casa?¡
--a nadie.
Jay conoce a su hijo. Simón no lo mira a los ojos. Llora. Jay es muy duro con él. Lo golpea.
--¡me robaron, me quitaron todo el dinero que tenía en la caja fuerte y no han forzado la puerta¡ ¡¿Quién, con quien has estado?¡
La mirada de Jay es de terror pero a Simón lo que más le preocupa es que Lucas sea un ladrón. Simón lo siente como una puñalada. No quiere dudar de Lucas pero no le queda de otra que pensar que el chico se metió en la facultad para burlarse de algún incauto y le tocó a él. Llora de rabia. Ni le duele los golpes de Jay que odia más que nunca a su hijo.