sábado, 30 de julio de 2011

capitulo 35







Simón a la escuela con ganas de ver al pintor con el que se acostó el día anterior. Llevaba días sin tener sexo y es algo que ya le apetecía y mucho. No es que el hombre sea guapo pero le resulta atractivo. Le gusta.
--ya le conozco la verga bien pero aún no sé su nombre, a ver si lo averiguo.
A Simón le ha gustado acostarse con él pero busca algo más. Simón lo ve, culo en pompa. Lo tiene justo delante. Lleva unos pantalones de tela fina y se le marca bien la raja. Simón está cachondo. Siente deseos de meterle los dedos, de chuparlo, de penetrarlo. Le quiere decir algo pero al otro no le apetece que Simón se le acerque más. Se pone nervioso y casi tropieza. Se enoja con Simón:
--¡¡ya nene, sal de en medio no molestes¡
Lo trata como si no lo conociera y eso le duele mucho a Simón. Se va triste. El hombre está trabajando y no lo quiere molestar pero no le gustaría que con él le pasara lo mismo que con los otros, que después de disfrutarse no quieren saber de él.
--¡Ya Camilo, ese nene no se te acercará. Ya le diste gusto, ya le quedó claro que no te interesa¡ --se dice el pintor para sí.

Después de cada clase, Simón pasa por el pasillo en donde está haciendo el mural Camilo pero el pintor lo ignora. A Simón le gusta mucho el hombre, el gusta verlo culo en pompa. Caminando se le ve el culo aplastado pero en pompa se le ve bien. Lo enciende a Simón. Tiene ganas e ilusión que pase algo bonito con el pintor o que como mínimo lo vuelvan a hacer pero el pintor se comporta como si no conociera a Simón y al chico le da mucha pena. Se alegra la vista con el bulto genital de León.
--¡qué paquetorro¡ --piensa.
León marca un buen paquete y a Simón le consta que tiene buena verga. El que también queda cautivado por el adolescente es Jay. Lo ve en la calle y que prenda de ese bulto. León es muy guapo y además es evidente que está muy bien dotado. Jay lo tiene claro: pagará lo que sea por acostarse con él. Jay tiene un aspecto tenebroso y León se asusta. Al sentirse perseguido por ese siniestro hombre corre. Jay pasa por otro lado y cuando León ya está más tranquilo, Jay (que se ha escondido en un portal) le agarra del brazo y lo mete en el portal. Le tapa la boca con la mano. León está aterrado. Jay cierra la puerta y se esconden bajo la escalera.
--No grités o te haré daño.
Jay quita la mano de la boca del adolescente con cuidado pero no lo suelta.
--no me haga daño, no llevo dinero --llora el adolescente.
Jay lo mira con cara de pervertido. León está horrorizado ya que está seguro que ese hombre lo que pretende es violarlo pero antes que grite, Jay abre su billetera y saca mucho dinero que coloca sobre la mano del chico. León se da perfecta cuenta de lo que pretende el hombre a cambio, la mirada lujuriosa de éste no deja lugar a dudas y le da asco pero es mucho dinero el que tiene en la mano y Jay, excitado, está dispuesto a darle lo que sea hasta arrancarle ese sí.
--te pagaré lo que sea si me dejas hacerte lo que me apetezca, no te haré daño y a lo mejor hasta disfrutas --dice con cara de degenerado.






En esos momentos, Simón está saliendo de la ducha. Entra en su cuarto con una pequeña toalla que tira al piso quedando totalmente desnudo. Se tumba en la cama. Apenas hace un día de su último polvo y eso lo tiene relajado pero su alma está triste. Echa en falta un amigo, un amor especialmente pero un amigo leal con sexo le bastaría. Thiago es lo más cercano a eso que ha tenido. Vibra cada vez que piensa en los inolvidables días que pasaron juntos cuando se conocieron pero luego le falló. Ramiro fue su segunda ilusión pero también le falló. Le hubiera gustado tener una relación seria con él. Luego ya los otros han sido sexo que lo llenan en el momento pero luego lo dejan vacío. Una lágrima desliza por su mejilla. Agarra su guitarra y compone un tema. Es un tema triste pero con esperanza. En un momento dado piensa en León y es una ilusión que lo tiene contento.
--pero él no es gay, jamás estaría con un hombre... ¡Si se ve que le encantan las mujeres¡ No puedo pensar en él, es algo imposible que ocurra algo entre nosotros.
Y eso lo pone triste pero ya casi ni se acuerda de Camilo. Tiene ganas de volver al instituto pero para verlo a él. Durante la cena (va en camiseta y boxers) se encuentra con su padre, parece que se la ha pasado bien. No le grita como de costumbre y eso tranquiliza a Simón que tiene verdadero terror a su padre.


A la mañana siguiente, Simón piensa en León con deseo. Le apetece volver a verlo. No quiere pensar en el pintor.
--si él no quiere nada conmigo yo tampoco --va pensando.

León llega con la cabeza agachada, triste, avergonzado como queriendo ocultarse de todos. Se le ve golpeado y cojea bastante. A Simón le causa mucha pena.
--¿¿qué le habrá pasado? --piensa-- ¿lo habrán asaltado? ¿¿¡qué bestia le haría algo así a un nene?¡
Le gustaría preguntarle pero no se atreve. Su último polvo es reciente y eso hace que Simón esté más tranquilo. En uno de los descansos, pero, Simón ve que Camilo va al lavabo y no se le puede resistir.
--hola --dice Simón muy nervioso.
Camilo no responde. Esa frialdad lastima a Simón, le da rabia. No quiere que el pintor piense que le está siguiente (aunque es cierto). Se coloca a su lado como si tuviera ganas de hacer pis. Camilo no se tapa en absoluto y está muy separado pero para vérsela Simón se tiene que girar. Tal y como estaban la otra vez lo podía mirar de reojo pero ahora cada uno está en le urinario donde estaba el otro la anterior vez. Simón se tiene que girar y entonces sí se la ve bien pero Simón no quiere que el otro se dé cuenta que se la quiere ver, Quiere que sea Camilo quien le diga algo. Se va en el momento en el que Camilo se la está sacudiendo porque así, al irse se gira y lo tiene delante, no es descarado. Simón se va abrochando los pantalones mientras disfruta de la verga del pintor. Es una verga de la que ya ha disfrutado pero se le hace muy apetecible y más viéndola en esos momentos. Camilo tarda bastante en sacudírsela y Simón en abrocharse los pantalones. Está caliente. A Camilo no le llega a ver toda la trompa ya que la tiene agarrada por la mitad. Simón está sediento. Tiene ganas de tener ya esa verga en su boca pero no dice nada. Está dispuesto a irse pero Camilo le agarra de la mano.
--¿dónde te crees que vas?
Su tono es autoritario. A Simón le molesta pero es muy seductor ese hombre. Es una voz que lo penetra y se deja dominar. Se encierra en el wáter. Simón la tiene ya muy dura y es Camilo quien se lanza sobre él.. Ambos están muy excitados.
--¿te gusta?¿te gusta como te la mamo, pequeñin?
Se muestra hasta dulce y a Simón le gusta. Piensa que puede ser así siempre y eso le encanta. A Simón le gustaría que pudieran tener algo más que un par de polvos pero en ese momento lo que quiere es clavársela a ese hombre que está de rodillas ante él haciéndolo una rica mamada. Le encanta su culito pequeño. Simón se retuerce de placer. El pintor no se la traga entera, lame solo la puntita mientras lo va masturbando, le va retorciendo los testículos.
-hoy voy a ser yo el activo --le advierte Simón.
Camilo no se molesta en decir nada, igual tiene la boca llena. Sabe que Simón está muy caliente y no va a tardar en venirse. Se la mete toda entera, la agarra con fuerza y chupa con rapidez. No permite que Simón se la quite y Simón se viene enseguida. El pintor se la saca de la boca en ese momento y la leche mancha la ropa de Simón. Camilo no da opción a Simón a decir nada. Se desabrocha los jeans, se levanta y como Simón está sentado le llena la boca con su verga. LUego lo pone culo en pompa apoyado en la taza del wáter y es Camilo quien se la clava, siempre con condón puesto. Es un placer que Simón goza bastante, le cuesta mucho frustrarse y no gritar. Camilo es un poco más lento que la vez anterior y Simón lo disfruta más. Simón sabe que no es el mejor momento pero no quiere que luego él lo ignore.
--No quiero que después hagas como si no me conocieras --dice gimiendo.
El pintor lo golpea con fuerza, se la mete hasta el fondo.
-calla y disfruta.
El placer es tan intenso que Simón no le dice nada. Se traga sus jadeos para que nadie los descubra.
--Me gusta tu culo, es estrecho. Te falta mucho por aprender. No es a lo que está acostumbrado un hombre como yo --jadea el otro.
Simón se siente que Camilo le está diciendo que sólo sirve para un par de polvos, no sabe qué debe decir en una situación así.
--he estado con muchos chicos --jadea.
Camilo le golpea excitado.
--no con suficientes. Eres un nene pero se nota que te encanta la verga, estarás con muchos más. Eres un culito tragón y eso me gusta, darás mucho placer a muchos hombres. Eres bien servicial. Tiene que haber de todo en esta vida, tú has nacido para que te chinguen.
Camilo se viene en ese momento. Tira el condón al piso y se va dejando a Simón con la ropa bajada, en esa posición y conmocionado por el placer y sus palabras.