martes, 31 de enero de 2012

Capitulo 67



Ángel y Simón está muy sofocados. Se gustan, están ardiendo. A Simón nadie le había hablado de esa manera.
--¿hablás en serio?
Ángel habla con una mezcla entre inocencia y coquetería. Pone su mano en la mejilla de Simón y le dice con cariño:
--¿es que lo dudas?
Ambos sienten que el corazón se le va a salir por la garganta. Sus labios se rozan y se funden uno a otro. Caen en el sofá. Simón tiene unas ganas locas de desnudar a Ángel pero lo que están teniendo es demasiado especial como para estropearlo. Se aparta sofocado.
--mejor me voy.
Ángel está ardiendo, hubiera vivido su primera vez con Simón si se lo hubiera pedido pero nota que Simón se aparta no porque no lo desee sino por respecto y eso es algo que le emociona a Simón.
--¿estás seguro?
Simón se arregla la ropa.
--me quedaría con vos todo lo que fuera pero tengo que ir con mi viejo.
Ángel y Simón se levanta.
--Debe estar muy enojado. No te vayas, ¿y si te pega? ¿porqué no te quedas un ratito más?
Ángel sonríe y esa sonrisa derrite a Simón.
--Me quedaría toda la vida.
Ángel extiende su mano:
--vení aquí mi amor. Nos podemos quedar hasta la noche abrazados. Así nos conocemos.
Simón no puede rechazar esa propuesta aunque le da miedo hacer algo de lo que luego se arrepientan. Tiene un fuerte deseo sexual pero sabe que Ángel es inocente y no le quiere ofender aunque los dos se mueren de ganas de estar juntos. Simón se tumba al lado de Ángel y se quedan los dos un buen rato abrazados.


Jay entra desnudo en el baño. Se mete en la ducha. Está muy sofocado. Está caliente. Se ha quedado con ganas de sexo y además se ha encontrado cara a cara con su pasado. Pasan por su mente imágenes del pasado. Dos jóvenes iguales a Ángel y Simón, momentos de besos y caricias a escondidas. Dos jóvenes enamorados viviendo el amor de una manera intensa. Los dos desnudos en un viejo local. No es un lugar romántico pero a los dos les parece que es el más hermoso. Tienen miedo pero también tienen muchas ganas. Jay se retuerce de dolor al ser penetrado pero a la vez siente un gran placer. Jay llora, era tan feliz. Piensa en Ángel. Su mirada se vuelve dura.
--¡Va a ser mio quiera o no¡
Ve a Ángel demasiado tierno para haber estado con un chico. Está seguro que Ángel es gay:
--¡eso tiene que ser para mi¡
Su mirada es dura y lujuriosa. No piensa permitir que sea Simón el primer hombre en la vida de Ángel. Él no pudo ser feliz con ese joven idéntico a Ángel y no piensa permitir que Simón sea feliz con Ángel.


Por su lado, Thiago llega a su casa furioso. Entra en su dormitorio golpeando la pared con los puños. Ha sufrido un fuerte impacto al ver a Ángel y Simón juntos.
--¿¡cómo es posible? ¡¿qué hacen juntos?¡
Él estrenó a Simón pero con Ángel no ha llegado a una consumación total.
--¡Ese niño no me va a dejar con las ganas¡ ¡¡No llevo tanto tiempo trabajándomelo para que Simón lo desvirgue¡ ¡¡Angelito es mío, sólo mío¡ ¡Los dos me pertenecen, no pueden estar juntos¡
De Simón se lo esperaba. De Simón le excita que esté con otro hombres pero Ángel es distinto, quiere ser el primero.
--¡Yo debo ser el primero, no va a estar con otro y menos con Simón¡
Le gusta que Simón se acueste con otros, le excita pensar que se acuesta con pero que piensa en él. No le gusta que esté enamorado de otro.

Está ya anocheciendo, Simón llega a su casa. Lo recibe Jay a golpes. Simón baja así del cielo al infierno. Jay odia a Simón más que nunca.
--¿¡quién es ese chico con el que viniste?¡
--un amigo –Simón muy nervioso y sin mirar a Jay.
--¡qué clase de amigos¡ ¿¡es que eres gay?¡
Jay echa fuego por los ojos. Está como loco. No es el hecho que Simón sea gay lo que le molesta, lo que no suporta es que Simón haya podido acostarse con ese chico idéntico a su primer amor. Simón piensa que es un momento de decir la verdad pero le da miedo su padre. Jay está furioso por el silencio de su hijo.
--¿¡es maricón? ¿¡te acostaste con ese niño?¡
Y Jay se muere de los celos. Si Simòn le dijera que sí es capaz de matarlo. A Simón no le gusta tener que ocultar sus sentimientos pero tampoco se atreve a defenderlos ante su padre.
--No.
Jay le retuerce el brazo y con odio le dice:
--¡Más te vale porque te mato¡ ¡Si andas con ese niño te mato¡ ¡No quiero un hijo maricón¡
Simón traga saliva. Ha notado que su padre lo está odiando más que nunca pero piensa que ha sido porque es la primera vez que lo sorprende con un tipo.

Las horas pasan para Simón más lentas que nunca. Está deseando que amanezca. Ángel lo está esperando ya en el portal y Simón se lanza a sus brazos. Se abraza a él con desesperación. Ángel es muy amoroso.
--¿te dijo algo tu padre?
--Odia a los gays.
Simón se nota golpeado.
--¿él te hizo eso? –pregunta Ángel acariciándolo.
Ángel es muy cariñoso con Simón y al hijo de Jay le gusta.
--Nunca nadie fue así conmigo. Eres un Ángel –le dice Simón dulcemente.
Ángel le sonríe:
--soy tu ángel, nací para quererte. Sólo a ti.
Simón es feliz en los brazos de ese jovencito. Siente que ese chico es en serio un ángel pero le da rabia saber que ha habido otro. Los celos lo consumen cuando piensa en ese otro.
--¿y qué hay de ese misterioso T?
Ángel le va acariciando el pelo. Le gusta mucho ese peinado despeinado de Simón. Mete su mano en la melena de Simón:
--No te pongas celoso que yo sólo tengo ojos para ti.
Ángel es dulce pero Simón se muestra esquivo.
--No me cambies de tema ¿quién es T? ¿qué lejos llegaste con él?
Los celos enloquecen a Simón pero Ángel ya no piensa en el pasado, sólo tiene ojos para Simón.