martes, 21 de diciembre de 2010

Capitulo 2







Simón y Thiago se gustan mucho. En el taxi están sentado juntos, sus piernas se rozan. Están muy excitados. La abuela es la que habla. Simón no se atreve a mirar a su guapísimo primo. Thiago, aunque es menor que Simón, es el que se ve más lanzado. Mira con una sonrisa a Simón y le gusta ver que se ruboriza. Llegan a la casa, mientras doña Esperanza paga el taxi, Simón y Thiago no hacen más que mirarse. Se miran el culo. Se resiguen por todos lados.
--¡es que no puedo estar más bueno, parece un ángel¡ --piensa Simón.
--¡este… con este voy a perder mi virginidad¡ ¡¡es él¡ ¡¡no me cabe duda¡ --piensa Thiago.
Ambos están impresionados por la belleza del otro, sienten que no habían conocido nunca a un chico tan guapo. La abuela regaña a Simón:
--¿¿Simoncito?¿qué haces ahí parado? ¡ayuda a tu primo con la bolsa¡
Thiago está de paso, de camino a su destino de vacaciones y lleva una bolsa y una maleta. Simón agarra la maleta a la vez que lo iba a hacer Thiago. Sus manos se rozan, sus cabezas chocan. Ambos ríen y se piden perdón. Están sofocados. Les ha encantado tocarte. Entran los tres juntos. Simón y Thiago no hacen más que mirarse.
--acompaña a tu primo a vuestra habitación…
Eso hace arden a Thiago:
--así que vamos a dormir juntos…?
Simón con timidez dice:
--sí, es que sólo queda una habitación… bueno sin contar la de la abuela.
Esperanza se mete:
--si quieres podes dormir conmigo.
Thiago sonríe mirando a Simón:
--No, por mí está bien.
Simón y Thiago se miran y se estremecen. La mirada del uno es una caricia para el otro. Suben los dos juntos. Simón es el primero. Thiago está cachondo. Le gusta mucho el trasero de Simón, las arruguitas que se le hacen. Entran en la habitación.
--Yo duermo en la cama grande… pero si lo prefieres podemos cambiar…
--No, está bien.
Se miran y suspiran. Los dos se gustan pero son primos (aunque muy lejanos) se acaban de conocer. No saben nada el uno del otro. Simón es demasiado tímido. Nunca se atrevería. Thiago no tiene nada de tímido pero, por respecto a la abuela de Simón, no quiere dar un paso sin estar seguro. Simón le abre el armario.
--aquí están mis cosas… no sé si vas a deshacer el equipaje.
Thiago deja su maleta en un rincón.
--La bolsa sí…
Deja la bolsa en la cama. Empieza a sacar ropa. Saca sus bóxers. Thiago es muy guapo y a Simón le pone muy cachondo verlo así.
--hace calor ¿no? –dice Thiago sacándose la camisa.
Simón hace que sí con la cabeza. Traga saliva. El tierno pecho de su primo le gusta mucho. Le va a costar más de lo que le gustaría disimular lo mucho que le gusta el chico.
--¿el baño es esto?
Señala una puerta que ahí en la habitación.
--si, se puede entrar por acá o por fuera…
--Genial, más práctico.


Thiago se baja los pantalones. A Simón le pone muy cachondo ver ese cuerpecito en calzoncillos. Se pregunta sí podrá verlo desnudo. A Thiago no sólo le molesta que Simón lo vea desnudo sino que quiere que lo vea, quiere saber sí le gusta lo que ve. Igual no se lo quiere poner fácil. Se saca el bóxers de espaldas. Le ofrece la visión de su tierno culo pero sí Simón quiere verlo desnudo tendrá que trabajárselo un poco aunque tampoco mucho. Thiago deja la puerta abierta y no corre mucho las cortinas. El culo de Thiago ha puesto muy cachondo a Simón. Se agarra el paquete. Su verga ha crecido mucho. A Simón le excita pensar en el cuerpo desnudo de Thiago desnudo y mojado. Se va acercando a la puerta. Se habla así mismo.
--No, Simon. No debes mirar. Va pensar que soy un pervertido.
Le apetece mucho mirar a Thiago. Conocer su cuerpo desnudo, ver como se ducha pero le da miedo que el chico se enoje, le parece una falta de respecto al chico, a su abuela. No quiere que el chico se vaya a enojar. Se lo piensa unos segundos. Escucha el agua, como Thiago canta. Thiago es demasiado guapo ¡¡y está desnudo¡ ¡¡la tentación es demasiado y no se puede resistir.
--¡una miradita¡ ¡¡sólo una miradita¡
Ver a Thiago desnudo y mojado es todo un impacto para Simón. Pero el chico está de lado. No alcanza a ver bien. Ve como Thiago se frota con la esponja los genitales pero no le alcanza a ver el ansioso instrumento. El muslo lo tapa. Igual ese lateral le gusta. Thiago se da cuenta que Simón lo está espiando. No dice nada. No hace nada pero sonríe disimuladamente. Thiago se pone de espaldas.
--¡mierda¡ --piensa Simón que se moría por verle la verga.
Igual lo que está viendo le gusta mucho. Esa espalda, el jabón deslizando por el tierno culo de Thiago. Simón está muy sofocado. Thiago apaga el grifo de la ducha. Busca la toalla. A Simón le fastidia no haber visto todo el cuerpo desnudo de Thiago pero se aleja del baño. Thiago sonríe. Se da cuenta de la frustración del chico y le hace gracia. Le gusta su timidez pero que aún así se la haya jugado. Thiago le da un premio a Simón por haber sido valiente, sale desnudo, se seca la cabeza con la toalla para que Simón le vea bien sus genitales. Simón se toca el pantalón. Cree que se le va a reventar, que no va aguantar. Simón mira a Thiago boquiabierto. Se va secando, a Simón le enloquece ver a Thiaguito moviéndose. Thiago se da cuenta que Simón tiene una guitarra.
--¿tocas la guitarra?
Simón hace que sí con la cabeza, mudo por la impresión por la desnudez de Thiago. Thiago se agacha. Ese culo desnudo en pompa casi hace venir a Simón. Le da la guitarra a Thiago.
--¿porqué no tocas para mí?
Simón se sienta en la cama. Thiago se lo mira, en frente. Los genitales de Thiago están a la altura de la boca de Simón. A Thiago le gusta provocar a Simón, excitarlo para ver si le dice nada, para estar seguro de entrarle. Los dos se gustan mucho pero no quiere provocar un conflicto para evitar problemas con doña Esperanza. Simón está muy nervioso pero la música le transporta, empieza a tocar y olvida que tiene al guapísimo Thiago desnudo ante él. Thiago se pone el bóxers. Una camiseta. Se sienta a su lado y escucha con atención. Cuando acaba de cantar, Thiago aplaude:
--¡cantas muy lindo¡
Simón sonríe tímido.






Los chicos pasan todo el día juntos. Doña Esperanza está encantada al ver lo entretenido y contento que está su nieto. El que habla es Thiago. Simón escucha, está muy nervioso. Muy alegre. Nunca había sido tan feliz pero no cree que para Thiago él sea algo más que un amigo, o un primo. Cree que es amable por educación y eso le obliga a callar sus sentimientos para no ofenderlo. En la noche, después de la cena, los chicos están los dos solos en el cuarto. Simón está nervioso. Le excita pensar en el cuerpo desnudo del primo pero le da cosa desnudarse ante él, que se dé cuenta que está cachondo.Thiago saca un portátil de su bolso.
--No hay zona wifi en la casa…
--Ya pero tengo videos interesantes… ¿te gusta el porno?
Simón está sofocado:
--nunca he podido ver ninguna… me da miedo que me pillen…
Thiago pone cara de ¿eres tonto o que?
--para eso está internet
--sí pero es que mi padre no me deja tener ordenador… precisamente para eso…
--que mal rollo tu viejo…
--Sí… es que es un hombre muy recto…
--demasiado...

En ese momento, Jay está en un lavabo público, con los pantalones y los bóxers bajados, apoyado en el wáter. Culo en pompa, su muerde el brazo para no gritar de placer. Un guapísimo joven le está metiendo toda su verga. Lo hace gozar y mucho. Después del coito Jay se sube la ropa y ordena.
--¡¡vamos a mi casa¡
Eso le sorprende al joven.
--creí que no querías…
--¡ahora quiero¡
Jay primero ha querido probar el material, luego se los lleva a casa. Él es mi agresivo y tiene miedo de que el chico no controle los gritos. No solo por el tamaño que es normal sino por el poco cuidado que tiene. Le gusta gozar pero que el otro lo pase mal, escuchar los gritos. Lo golpea con la verga con dureza y hay uno que otro golpe con la mano. El chico se queja mientras está siendo penetrado por Jay en su propia cama.
--así no me gusta…
--¡yo te pago¡ --dice Jay con la voz grave y una mirada dura que asusta.