viernes, 16 de marzo de 2012

Capitulo 98











Comienza un nuevo día, Simón sale de su casa muy triste. Tiene el alma rota, parece que lo hubiera arrollado un tren. Iker ha sido la mayor desilusión de su vida. Quiso mucho a Thiago y le rompió el corazón todo lo que pasó, se sintió al borde de un abismo e Iker lo salvó. Ahora el dolor que siente es mucho mayor que el anterior. Ha perdido la ilusión, las ganas de vivir. No se levantaría de la cama. En el portal se encuentra a Iker con una rosa.
--¿será qué podemos hablar?
Simón mira a Iker con rabia.
--¡sos un cabrón¡ ¡¡no tengo nada que hablar con vos¡
Simón pasa de largo, Iker lo agarra del brazo.
--Acepta almenos mi flor.
Simón mira a Iker. Sonríe con rabia. Agarra la rosa. Por un momento Iker cree que lo va a perdonar pero Simón destroza con su mano esa flor. La tira al piso y la destroza aún más con el pie mientras dice:
--¡mira lo que hago con tu maldita flor¡
Iker mira muy triste a Simón:
--¿tanto te importa que sea el hermano de Ángel?¿aún sentís cosas por él?
Simón se muestra muy alterado.
--¡No cambiés las cosas, aunque fuimos novios lo mío con Ángel no pasó de ser una entrañable amistad y si me hubieras dicho la verdad lo habría entendido. No me habría importado pero no puedo soportar tu mentira, tu engaño¡
--Si aquel día en la playa yo te hubiera dicho que Ángel es mi hermano no te habrías entregado a mi de esa manera, no me hubieras dejado conocerte.
Simón sabe que Iker está en la cierto pero está muy confundido, muy dolido. Se siente muy lastimado. Después de cómo todos los hombres con los que se ha acostado lo han desechado de su vida, de cómo Thiago se burló de él, le duele pensar que Iker tampoco fue sincero. Iker trata de acariciarlo en la mejilla pero Simón le golpea la mano y con mucho rencor le dice:
--¡Morite, maldito el día en que te conocí¡
Eso causa un gran dolor en Iker. Habla con la voz triste:
--No digas eso. Fuimos muy felices.
Simón habla con mucho rencor. Con mucha rabia:
--¡pero ahora odio todos esos momentos, ojalá pudiera hacer como Ángel y borrar de mi mente esos momentos para siempre¡
A Iker le duele ver a Simón tan dolido.
--No hablás en serio, no puedo haberte hecho tanto daño.
A Simón lo que le duele es el engaño, ya no puede confiar en él.
--¡si me seguís molestando voy a darme golpe de cabeza contra una pared para sacarte de mi cabeza¡
--No hables así, no quiero que te lastimes por mi culpa.
--Pues dejarme en paz. Haz como si no existo. Yo ahora lo que quiero es acostarme con el primer tipo que vea para borrar de mi cuerpo tus huellas.
--No podés hacerlo, sé que fui importante para ti.
--Lo haré.
Simón mira desafiante a Iker, Iker se da cuenta que Simón habla en serio e Iker siente celos. Le da rabia pensar que Simón pueda acostarse con otro hombre. Simón se aleja, va hacia la parada del micro. Camina rabioso e Iker se ha quedado muy dolido. Iker no puede reaccionar, Jay sale del edificio, agarra a Iker del brazo.
--¡vení conmigo¡ ¡¡tengo que hablar contigo¡
Jay se lleva arrastras a Iker hasta su auto. A Iker lo toma de sorpresa y tampoco le dice nada.
--pero ¿qué diablos hace?
Jay mira a Iker con mucho odio:
--¡Callate, no empeores las cosas¡
La mirada de Jay asusta mucho a Iker. No se atreve a decir nada. Jay tira a Iker en el auto, en el asiento al lado del conductor. Jay ocupa su sitio y se aleja a velocidad. Iker está algo asustado. Jay está mirando al volante. Sus ojos le dan miedo pero como no lo está mirando, entonces Iker se atreve a preguntar:
--¿qué es lo que quiere de mi?
Jay habla con rabia:
--¿¿qué tenés con mi hijo? ¿¡te has acostado con él?¡
Iker sabe que Simón no ha salido oficialmente del armario ante su padre y no sabe si debe decirlo pero está demasiado orgulloso de lo que ha vivido con Simón como para negarlo.
--sí, Simón y yo somos novios.
Jay siente rabia. No sólo porque Simón vive de la manera que a él le hubiera gustado vivir sino que además está con los chicos que él quiere. Jay hace una maniobra brusca, se desvía y se mete en una calle desierta. Para el auto. Se lanza sobre Iker sobre si quisiera golpearlo:
--¿¡qué decís, maricón?¡
Iker está muy asustado, Jay se le tira encima. Es una bestia que lo devora, que le hace sentir sus besos, sus cuerpos. Iker siente mucho asco. Casi no puede respirar porque Jay lo ahoga con sus labios. A veces puede decir un débil:
--por favor, no.
Jay se aparta de él. Iker quiere huir pero Jay le da un fuerte codazo en los genitales para inmovilizarlo.
--¡Lo vamos a hacer aunque sea a la fuerza y no te va a gustar, en cambio te puedo dar mucho dinero y gozarás¡
Iker tiene las manos en los genitales. Se retuerce del dolor. A Jay le excita mucho ver a Iker tocándose esa parte, se ve un muy buen bulto. Jay está babeando. A Iker le repugna ese hombre pero está dolido con Simón. Siente que no es para tanto lo que le ha ocultado y le da rabia pensar que se vaya a acostar con cualquiera. Eso es algo que no puede soportar y acostarse con su padre es la mejor manera de desquitarse. Además, es mucho el dinero que le está ofreciendo Jay. Jay le da un cheque en blanco.
--¡poné la cantidad, vamos al banco y después tu cuerpo es mío¡
Iker se deja llevar, más por la rabia que por la plata, agarra el cheque. Jay babea, mira a ese chico como un animal feroz a punto de devorarse a su presa. Iker se asusta pero se da cuenta que no haya marcha atrás, que Jay no lo va a dejar escapar.

Por otro lado, Simón se ha refugiado en el bar de la universidad. Está muy triste por lo que ha ocurrido con Iker y sí, le gustaría poder acostarse con cualquiera, para vengarse, para descargar su rabia. Entra en el bar, un hombre. Es un hombre de unos sesenta años, se ve mayor pero en jeans tiene muy buen cuerpo. Buen paquete, buen culo. A Simón lo excita. Simón nunca pensó sentirse atraído por alguien mayor incluso que su propio padre. Ese hombre va al lavabo y Simón lo sigue. Está herido pero también excitado. Ese es el hombre con el que le gustaría acostarse. El hombre está en el urinario, se sorprende al ver que un chico tan guapo y joven, a su lado, le está mirando la verga. Sonríe por el deseo de Simón.
--¿te gusta mi verga? –le pregunta el hombre sensual.
Es una verga grande, muy gorda pero muy arrugada. Simón nunca había visto algo igual y eso lo tiene muy cachondo.
--sí, me gusta mucho.
El hombre se la sacude.
--¿cómo te llamás?
--Simón.
El hombre se muestra coqueto.
--Yo soy Francisco, ¿te apetece venir conmigo?
Francisco está devorando a Simón con los ojos y es justo lo que Simón andaba necesitando.