Simón está en su casa. Desnudo en el baño. Se mira en el espejo. Es un chico tímido y aunque está muy bueno él no se ve especialmente guapo.
--¿será por eso que no tengo éxito?¿porqué no soy lo suficientemente lindo?
Pero en realidad los chicos sí se fijan en él pero no como Simón quisiera.
--¿o es que sólo soy un cuerpo para dar placer?
Todos los hombres que han pasado por su vida le han hecho sentir así.
--¿es que soy un boludo que no sirve para nada más?
Una lágrima desliza por su mejilla. Piensa con rencor y dulzura en Thiago. Es una herida que aún le duele.
--Me convirtió en una bestia.
Está haciendo justo lo que no quería y lo que le propuso Thiago cuando Simón hubiera preferido tener poco sexo y vivir un amor bonito a la distancia con su primo.
--¡no quiero ser como Thiago¡ --se dice con rabia mirándose al espejo.
Se cubre con la toalla en la cintura para ir a su cuarto. Está solo e igual el padre no le diría nada si fuera en bolas pero a Simón le da vergüenza, no se siente cómodo. Aunque ya son muchos lo que lo han visto desnudo, lo que han gozado de su cuerpo aún se siente algo inseguro. Está dolido por lo que ha pasado con Camilo.
--¿¿pero quién se ha creído que es para hablarme así?
No le ha gustado la manera en la que le ha hablado y menos la manera en la que se ha ido.
--¡pero nunca más¡
Simón no quiere que parezca que va de rogona detrás de él.
--si quiere algo conmigo me tendrá que ir él detrás y no se lo pienso poner fácil.
Y aunque le da rabia reconocerlo le ha gustado acostarse con él. Le gustaría tener a alguien que satisfaga sus necesidades y en especial las sexuales.
--No le voy a dejar que vuelva a jugar conmigo, no es lo bastante guapo¡
Pero se la ha pasado muy bien con él en esas dos ocasiones en las que la verga del pintor lo ha hecho vibrar. Le gusta acostarse con un hombre mayor. Le gustaría que Camilo le diera la estabilidad sexual que necesita. Le gustaría poder hablar con él, saber algo de él antes que acabe su trabajo en la escuela y no lo vuelva a ver más. Le gustaría almenos poder recordarlo por su nombre. Piensa en Aguirre. Tiene ya las vacaciones de pascua encima y le gustó acostarse con él, además se sintió muy acompañado.
--es algo bruto pero es lo más parecido a un amigo que he tenido.
Tiene ganas de verlo. Además pese a que está enojado con él, no puede evitar que el corazón se le quiera salir del pecho al pensar en Thiago, en la posibilidad de verlo.
Simón llega a la escuela pensando en el pintor, en León. Quedan cinco días de clase. Le gustaría que pasara algo que aclarara su vida antes de volver al pueblo. No quiere pensar en Camilo, pasa casi por su lado. LO ignora y al pintor parece que le da igual y eso enoja a Simón. Oye que el director se dirige al pintor por su nombre: Camilo. Simón le conoce la verga y al fin el nombre. No es el chico más guapo con el que ha estado pero le gusta Camilo. Ve como Camilo va al lavabo y aunque le parece descarado vuelve atrás excitado y lo sigue. No puede olvidar los dos encuentros sexuales que ha disfrutado con él y le encantaría vivir un tercero. Camilo mira a Simón con burla y se encierra en uno de los wáters, pone el cerrojo y mea. No le permite a Simón ni verle la verga. Simón se siente fatal. Siente que lo está tratando como si fuera un pervertido que lo estuviera acosando.
--¿¿pero que se ha creído este que es? ¡¡ni que estuviera tan guapo¡
Sale del baño enojado y da una patada a la puerta. Simón se ha sentido humillado y no quiere volver a ver a Camilo. Llama a su abuela para adelantar la marcha al pueblo. Sale esa misma tarde. A su padre le parece genial ya que está deseando librarse de su hijo. LO trata con dureza.
--No tienes exámenes pero te tienes que aplicar, el año que viene sí tenés que ir a la Universidad --es lo único que le dice.
Jay está encantado de librarse de su hijo y tener aún más libertad para hacer lo que se le pegue la gana.
Simón llega al pueblo al día siguiente con los sentimientos a flor de piel pero no quiere pensar en Thiago. El cariño de su abuela le hace sentir pleno pero esa habitación en la que tan buenos momentos ha pasado en especial por Thiago también lo atormentan. No quiere pensar, quiere olvidar también el mal rato que le ha hecho pasar Camilo.
--Aguirre es el único que puede ayudarme.
Tiene ganas de vivir unos días de sexo con él y sentirse acompañado. LLega ansioso a su carnicería pero se lleva la desagradable sorpresa que está cerrada por vacaciones. Pasa esos días tristes, solo. Aburrido. Le reconforta el afecto de su abuela pero necesita algo más y llega a su casa, después de Pascua, sediento de amor y sobretodo de sexo. Camilo ya ha acabado el mural. Ya no lo volverá a ver.
Simón tiene muchas ganas de chingar y lo hubiera hecho con Camilo aunque éste después lo despreciara. Piensa excitado en los guapos de la biblioteca. Le gustaría que pasara algo con alguno de ellos. Aunque no tiene nada que hacer, Simón va esa misma tarde. Se sienta en el ordenador que le toca. Ramiro tarda en llegar. Le gusta ver a Simón. Les toca en ordenador continuos, el uno al lado del otro. A los dos les gusta estar juntos porque se sienten muy atraídos el uno hacia el otro. Hacía ya un tiempito que no se veían y a ambos les gusta mucho verse. Simón se pone cachondísimo. Se estaba haciendo pis pero ya se aguanta. Quiere esperar a que Ramiro vaya al lavabo, tiene ganas de verle el vergón como mínimo. Hace días que no está con nadie y Ramiro es el mejor candidato para llenarlo de pasión. Y si de paso concretan las cosas mejor. Ramiro lo saluda simpático y a Simón le encanta pero se pone muy nervioso. Está muy excitado y no es capaz de decirle nada. Eso sí, tiene unas ansias locas de besarlo, de magrearlo. Ramiro siente el fuerte deseo de Simón y eso le gusta.
--vaya, hoy somos pareja macho --dice con ironía.
Lo dice en doble sentido. Lo dice porque les ha tocado juntos pero también quiere que Simón se desconcierte, que se ponga más ansioso aún.
--hoy va a ser tu día de suerte--dice Ramiro para sí-- pero las cosas se harán a mi modo.
Simón siente que si no disfruta de la verga de Ramiro en ese momento se va a volver loco. Ramiro tiene intención de acostarse con Simón pero no se lo quiere poner fácil, quiere que sufra, que sufra por él. Es algo que a Ramiro le gusta mucho, desesperarlo. Disfruta viendo a Simón ardiendo y frustrado. Simón ya no puede más. Está deseoso de la vergaza de Ramiro y a la vez se hace pis. Quería esperar a que fuera Ramiro pero no puede esperar más. Va al lavabo. Sueña que Ramiro lo siga. Está haciendo pis en el urinario, bien relajado. Simón siente que el corazón se le va a escapar por la garganta cuando alguien entra.
--¡Es él¡ ¡¡es él¡ --se dice bien excitado.
Su decepción no tiene límites al ver a un chico muy feo. Es el chico más feo que ha visto en la vida, jamás había visto a nadie tan feo. El feo se coloca en el urinario, al lado de Simón que está frustrado. Le da rabia porque ese feo está impidiendo que Ramiro pueda hacer pis a su lado. Se retira, no está mirando pero el feo está muy separado y tiene algo gigantesco entre sus manos. Simón casi se viene del gusto.
--¡madre mía, qué vergón¡ --dice para sí.
Simón está muy impresionado.
--el chico es un horror pero ¡¡qué cosa bella oculta¡ --va pensando.
Simón se olvida de ser discreto, vuelve al urinario y mira con descaro al chico. Se le escapa hasta un jadeo. Sólo se la ve un trozo porque el feo se la tapa con la mano pero es enorme. Simón nunca había visto algo tan grande, ni siquiera la de Ramiro. Éste está en la sala, de pie esperando que salga el feo para entrar en el lavabo y chingarse a Simón.. Se lo imagina ansioso y esperándolo desesperado.
(Nicolás Maiqués es el feo)