miércoles, 29 de febrero de 2012

Capitulo 81












Simón está en casa de su abuela. Sube las escaleras molesto. Thiago le sigue.
--No te pongas así, tu abuela va a sospechar algo.
Simón se para en el pasillo. Su abuela se ha quedado abajo. Mira a Thiago tenso. Está enfadado pero a la vez revolucionado. Siente algo muy especial con su primo. Está seguro que es el hombre que siempre ha esperado y por eso le duele que Thiago juegue con él. Thiago sonríe travieso. Simón quisiera odiarlo, decirle que no va a jugar con él pero se derrite por él. Y eso es lo que más rabia le hace. Ángel es muy lindo, se ha imaginado en un futuro con él, no desea fallarle, quiere que las cosas salgan bien y no le quiere fallar. No le gusta darse cuenta que junto a Thiago se olvida de los demás. Thiago entra en la habitación que comparten. Se tumba en la cama grande. Al lado la pequeña. Simón entra. Se muestra enfadado pero está excitado.
--¡no pienso dormir contigo¡
Thiago tumbado en la cama, con los brazos bajo la cabeza. Se le ve un buen paquete. Se le levanta la camisa y se le ve la barriguita y un poco los calzoncillos. El chico está muy bueno. Simón lo desea pero quiere algo más. Sabe que Thiago quiere acostarse con él y luego desaparecer y se dice así mismo que no lo debe permitir pero, aunque no lo quiera reconocer, está atrapado en sus ojos.
--¿qué pasa? ¿no te gustó mi sorpresa? He venido a verte –dice Thiago tranquilamente.
Simón se muestra alterado. Mueve mucho las manos. Thiago se muestra tranquilo.
--pero ¿tú de qué vas?¡ --Simón.
Thiago no pierde la sonrisa y se muestra tranquilo. Sólo sonríe. Le guiña el ojo a Simón. No se molesta en contestar. A Simón eso lo pone furioso. Le saca de quicio la tranquilidad de su primo, que pase de todo. No sabe bien qué pretende pero no quiere entrar en su juego.
--¿¡crees que puedes aparecer en mi vida cada vez que se te pegue la gana?¡ ¡¡yo no soy tu putita¡
Simón siente un gran dolor por todas las veces que Thiago le ha fallado. Se le escapan unas lágrimas. Thiago se levanta. Se pone cariñoso. Acaricia a Simón que quisiera rechazarlo pero no puede. Está temblando. Thiago le acaricia las lágrimas. Le habla con mucha dulzura:
--No te enojes conmigo.
Simón le habla muy triste.
--Es que yo quiero cosas que tú no me puedes dar.
Thiago le habla coqueto.
--¿novio? ¿quieres que sea tu novio? ¿no tienes novio?
Simón en ese momento ya no piensa en Ángel. Su alma y su cuerpo pertenecen sólo a Thiago.
--No.
Thiago sonríe complacido. Besa a Simón cerca del labio, Simón vibra.
--Pará, yo no quiero esto. Yo no quiero ser tu amigo.
Thiago lo va acariciando, lo va besando.
--dejate llevar. Esto es lo que quieres.
Simón no se mueve. No es capaz de rechazar las caricias, los besos (aunque no son en los labios) de su primo.
--No quiero ser tu amigo.
Thiago le va sonriendo, es muy cariñoso.
--Ni yo.
Simón no puede creer esa respuesta. Traga saliva.
--¿qué querés decir?
Thiago no está dispuesta a aclararle nada. Se muestra coqueto.
--ya lo sabes. Tú eres alguien muy especial para mi. A mi me cuestan mucho las palabras, creí que tú ya me habías entendido.
Simón se rinde y se funde en un beso con su guapísimo y seductor primo.



Ángel está en su habitación ajeno a todo. Mira hacia la ventana. Le tira piedritas a la de Simón que está cerrada. El chico no da señales. Le pone un mensaje en el celular: ¿”dónde estás”?
Jay tiene la tarjeta de Simón en su celular. Sonríe con cara de depravado. Le responde al mensaje. “desnudo en mi cuarto pensando en vos?” Ángel pone otro mensaje: “salí a la ventana”. Jay está muy cachondo. Le gustaría acostarse con Ángel esa misma noche pero no quiere hacer algo que estropee las cosas. Responde al mensaje. “¿es que me querés ver desnudo? ¿porqué no venís a mi casa”. A Ángel le incomoda los mensajes. Sigue poniendo otro. “vestite y salí a la ventana”. Jay no responde al mensaje. Está ansioso.
--tiene qué venir. Tiene que venir y va a ser mío.
Jay está en la cama de su hijo. Se excita pensando en Ángel, en Carlos. Se empieza a tocar. Ángel espera en la ventana.
--¡Simón¡ ¡Simón¡
Jay escucha la voz de Ángel mientras se está masturbando y eso lo calienta más. Ángel insiste.
--¿Simón? ¿estás acá?
Jay se levanta de la cama. Se va limpiando. Se acerca a la ventana desnudo de cintura para abajo. Pone la mano en la persiana bajada y llora.

De nuevo en el pueblo, Simón y Thiago se acarician mientras el uno saca la camisa al otro. Se besan. Thiago lo besa en el cuello mientras Simón le acaricia la espalda. Los dos están muy excitados. Se gustan mucho. Thiago le acaricia y le lame el torso, muerde los pezones de Simón bastante rato. Simón jadea excitado. Le gusta mucho que Thiago le haga eso. Thiago acaricia con cariño la espalda de Simón mientras le devora el torso. Thiago le desabrocha los jeans. Le baja los pantalones. Simón le ayuda a sacárselos. Simón se sienta en la cama mientras le desabrocha los jeans a Thiago, le acaricia por allá. Los dos se miran, se sonríen complacidos. Thiago se arrodilla entre las piernas de Simón y traga, con gran placer para ambos, la verga de Simón. Simón lo observa excitado y encantado. Le acaricia la cabeza. Thiago se esmera en lo que hace. Le gusta mucho. Se la traga casi entera mientras va acariciando las piernas de Simón, la espalda. Lame la verga por los lados. Traga con profundidad. Se levanta besando a Simón por el torso. Llega a la boca. Se besan ardientemente mientras Thiago le agarra por el cuello y Simón le va bajando los jeans.

Ángel está en su dormitorio. Mirando la ventana.
--¿porqué no salís?
Habla en voz baja. Está preocupado porque teme que se haya enfadado.
--¿porqué se habrá enfadado?
Pero no le ha gustado el tono de sus mensajes.
--¿será que se ha enojado porque no me he querido acostar con él?
Sabe que le va a costar dormir pero no se anima a poner otro mensaje. No quiere que Simón se zarpe. Confía en que salga. Jay está en la habitación de su hijo pensando en Ángel. Desnudo de cintura para abajo. Registra las cosas de su hijo para tratar de averiguar qué tipo de relación tiene con Ángel. Está lleno de odio.