jueves, 12 de enero de 2012

Capítulo 58









Simón lleva a Lucas a la casa en la que comparte con su padre. Lucas lleva una mochila en los hombros.
--pasa, estás en tu casa.
Simón está muy nervioso. Nunca había desobedecido a su padre de una manera tan directa. Además Lucas es un desconocido para él aunque esté muy bueno. Lucas se muestra muy amable con Simón pero es sólo un amigo, no le da ninguna señal que indique que quiere algo más.
--muchas gracias, me has salvado. Eres un capo. Si no estudio pues me va a ir muy mal.
Simón habla muy nervioso. Quiere un amigo pero no puede evitar que sus hormonas se revolucionen.
--¿cuál es mi pieza?
Aunque le da algo de susto lo que está haciendo, el deseo es más fuerte que otra cosa. Además sólo hay dos habitaciones en el departamento. Simón señala una puerta.
--Es la de mi papá pero por favor, no vayas a cambiar nada de sitio. Si mi viejo se entera que metí a alguien en la casa me mata.
--No será para tanto.
--No, es peor.
Por los nervios de Simón, Lucas se da cuenta que no está exagerando. Se muestra muy amable con él.
--Pues muchas gracias. Así te agradezco aún más el favor que me estás haciendo, es que si no estudio este fin de semana pues no voy a aprobar y en casa no me van a dejar estudiar.
Simón se muere por las curvas de Lucas y es tan simpático. No es un amor pero sí podría ser el amigo sexual que tanto le apetece.
--Yo me quedo en el cuarto, la mesa es grande. No te voy a molestar.
--Una vez más gracias.
Lucas se muestra amable. Hasta un poco coqueto, Lucas sí tiene intención de seducir a Simón pero lo quiere hacer de una forma muy discreta, que Simón no se dé cuenta. Lucas entra en la habitación. Deja la bolsa en la cama. Su culo en jeans se le hace muy apetecible a Simón. Un poco culo en pompa mientras va sacando las cosas y las deja sobre la cama. Simón está muy caliente y no se atreve a entrar. Le da vergüenza que Lucas lo note tan excitado y eso estropee la amistad que pueda estar naciendo entre ellos. Lucas sonríe pícaro aprovechando que Simón no le ve. Sabe que seducir a Simón va a ser muy fácil.
--Esto es lo más fácil que he hecho en mi vida –dice para sí.
Se da perfecta cuenta del deseo de Simón aunque hace el que no se da cuenta.
--¿estás ahí? Pasa así me dices donde dejo las cosas.
Simón se muestra nervioso. Se queda justo detrás de Lucas, tiene ese hermoso culo a tocar de su mano y es algo que lo derrite. No quiere que se le note pero no puede evitar que le guste y mucho esa bonita vista que está viendo.
--¿dónde dejo mis cosas?
Simón está al borde de un infarto. Le da miedo tocar el armario de su padre.
--Mira si hay un lugar vacío. No toques nada.
Lucas mira a Simón. Simón cree en Lucas, a parte de un chico muy guapo, alguien que lo trata bien. Lucas parece el chico perfecto y Simón está encantado con eso.
--No te pongas nervioso, en esta habitación sólo voy a dormir. Tu viejo no se enterará que estuvo alguien.
Lucas habla con algo de ironía mientras mira a Simón de una manera penetrante pero Simón está muy nervioso que no se da cuenta que Lucas lo que quiere es seducirlo.

Simón pasa toda la tarde encerrado en su cuarto. Lucas se queda solo en el salón. No se atreve a ir con él porque le da miedo dar un paso en falso y que Lucas se enoje con él. Lucas tiene la mesa llena de libros pero no está estudiando. Lo que está haciendo es registrando todo el departamento. Simón está tocando la guitarra para relajarse, es por eso que Lucas sabe que puede hacer lo que se le pegue la gana.
--que perdida de tiempo, con lo rico que está. Podíamos divertirnos más pero si él quiere ir lento peor para él. Yo con las ganas no me quedo pero tampoco le va a salir de gratis.
Lucas sonríe de una manera algo perversa.

Simón no sale en toda la tarde. Tocando es la única manera que se olvida un poco de Lucas. El chico llama a la puerta. Simón se sobresalta.
--Puedo pasar? –Lucas.
Simón está muy nervioso. En la cama, con su guitarra.
--¿qué necesitás?
--a ti.
Simón tose. Por un momento a Simón le ha parecido que Lucas le está coqueteando y eso lo pone muy nervioso. Lucas lo sabe y no quiere ir muy rápido para evitar que el chico se asuste.
--Es que me aburro –dice Lucas.
--¿pero no tenías que estudiar? Digo, yo lo hacía para no molestarte..
Simón habla nervioso. Lucas está apoyado en la puerta. Está muy bueno, se le ve un buen paquete que a Simón le encantaría descubrir y saborear pero no quiere que Lucas vaya a pensar que es un pervertido.
--Espero no haberte molestado con mi música.
--no, casi ni se oye pero no quiero que estés encerrado por mi culpa. Es tu casa. Podemos aprovechar para conocernos. Además, yo tengo hambre.
Simón se levanta.
--si claro. En seguida miro si hay algo. La chica del servicio debe haber dejado algo hecho para mi.
--¿y porqué no pedimos una pizza? Tenés plata?
--si claro.
No tiene mucha pero Simón quiere consentir a Lucas. No se da cuenta en la manera en la que Lucas mira el lugar del que Simón saca el dinero pero se da cuenta que tiene justo para una pizza y ya no se preocupa. Simón le da todo el dinero a Lucas.
--bajo el teléfono están las guias. Pedite lo que querás.
--Muchas gracias. Juro que te lo devolveré –le dice simpático.
--No hace falta, sos mi invitado.
Lucas se retira y Simón suspira. Lleva mucho tiempo sin hacer pis porque le ha dado pena salir. Va corriendo al lavabo. No cierra la puerta porque Lucas está ocupado. Simón se la sacude. Se da cuenta que Lucas está detrás de él. Lucas se controla mejor pero también le encanta Simón, le pone cachondo verle en esa situación. Simón se lava las manos, Lucas hace pis. Descarga rápido. Por el espejo Simón le ve la verga, es una buena verga. Simón sale disparado del baño. Lucas se la sacude y se la guarda. Sonríe.
--¡cómo me pone este chico¡ ¡¡que bien me la voy a pasar esta noche¡ ¡¡lástima que tengamos tan poco tiempo. Seguro que algo de valor encuentro y luego ya no nos podremos volver a ver.
Simón está en la cocina. Muy nervioso, muy excitado. Le ha visto la verga a Lucas. Y le ha gustado mucho pero le parece que ha sido un abuso por su parte porque Lucas es su amigo y además su invitado. Y por si eso no fuera poco están en su casa, no quiere ni imaginarse la reacción de Jay si lo descubre en algo así. Cómo no se le baja la calentura, Simón se tira un vaso de agua fría en la cabeza. Y Lucas lo ve.
--pero ¿qué hacés? –le dice Lucas divertido.
Simón está aún más acalorado. Lucas no le da importancia.
--¿tenés calor?¿querés que abra la ventana?
Simón contesta con monosílabos. Le excita mucho ver a Lucas moviéndose. Llega la pizza. Se quedan los dos en el sofá. Muy juntos. Simón come rápido porque está muy excitado, no quiere que se le note y tampoco sabe de qué hablar con Lucas. Después de la cena, Simón agarra el mando.
--¿vemos la tele?
Lucas se lo queda mirando con cariño y eso pone muy nervioso a Simón.
--¿sabes qué me gustás verdad?
Simón siente que el corazón se le va a salir de la garganta. Lucas le pone las manos en la mejilla y lo besa. Aunque recién se conocen, Simón siente que lleva mucho esperando por ese beso.