miércoles, 7 de marzo de 2012

Capitulo 87




Simón llega a su casa. Llega con una sonrisa ya que ha vivido los días más felices de su vida.
--viejo, ya llegué.
Jay lo ignora. No se fija en él. No se da cuenta que está contento. Sabe que no ha estado con Ángel y eso es lo que le importa. Simón trata de tener una conversación con su padre.
--la abuela está bien. Me manda muchos besos para ti, dice que a ver si la vas a visitar algún día, que tiene ganas de verte.
A Jay le pone de mal humor pensar en su pueblo, en esa casa, en todo lo que le recuerda sus años allá. Mira a su hijo con una mirada llena de rencor.
--¿porqué te molesta tanto el pueblo? Es nuestro pueblo pero parece que tienes malos recuerdos.
Jay fulmina a Simón con la mirada y éste no es capaz de sostenerle la mirada. La mirada de su padre es de terror, le asusta mucho. Le gustaría poder hablar con su padre, tener una relación normal de padre e hijo. Se encierra en su cuarto. Está algo cansado. Mira hacia la ventana, sabe que se tendrá que enfrentar a Ángel pero no sabe cómo hacerlo. La ventana está cerrada y él está algo cansado.
--Mejor se lo digo mañana.
Se saca la camisa, los jeans. Va en bóxers a la ducha. Sonríe pensando en Thiago. Han sido los momentos más felices de su vida. No sabe cómo va a continuar su romance pero sí sabe que será feliz sabiendo de él, teniendo un contacto teléfonico con su amado primo.
--luego lo llamo. Su voz me dará fuerza para hacer lo que tengo que hacer.
El agua cae sobre su desnudo torso. Se llena el pecho de jabón, va frotando con sus manos el centro de su pecho mientras el agua desliza por su vientre, genitales, piernas. La idea de poder hablar con Thiago lo hace muy feliz. Por primera vez está seguro que podrá llevar una relación sin sexo. Por primera vez el sexo no es lo que más le importa, Thiago es demasiado especial para él y está dispuesto a todo.




Mientras, Jay entra sigilosamente en la habitación de su hijo. Hace el cambio de tarjetas. Así Simón no se dará cuenta de nada.
--Y cómo que borré todos los mensajes que le mandó Angelito, que le mandé yo pues Simón pensará que Ángel no ha querido nada con él.
Jay sonríe de una manera cruel. Mira hacia la ventana de Ángel. Se excita mucho pensando en ese chico.

Simón sale del baño envuelto en una toalla. Se encuentra a su padre en frente de la puerta de su habitación. Le nota algo sospechoso en la mirada pero lo que nunca imaginaría es que a su padre le gusta el novio que quiere dejar.
--pasa algo, viejo.
Jay mira con mucho odio a Simón.
--¡no me gusta que vayas desnudo por la casa¡
--pero viejo, voy en toalla y además estamos solos.
--¡y tampoco me llames viejo¡
Jay se aleja de Simón que entra en su habitación con cara de fastidio.
--¿porqué nunca me trata bien?¿porqué mi papá no me quiere?

Una lágrima desliza por sus mejillas pensar en Thiago le hace feliz. Agarra su billetera, tiene la tarjeta que le dio Thiago. Suspira enamorado. Es su mejor tesoro. Agarra su celular que está en el bolsillo de su pantalón. No se da cuenta que su padre lo ha manipulado. Marca el número de su primo. Se sienta en la cama. Hace llamada y Thiago no lo toma. Simón se asusta.
--¿y si me tomó el pelo?
Le parece tan increíble lo que ha vivido con su primo, todo un sueño que teme que en realidad todo haya sido una fantasía y que Thiago no quiera nada con él. Siente que el corazón se le va a salir del pecho cuando Simón descuelga.
--diga.
--Soy yo Thiago, soy yo mi amor.
Simón siente que le va a dar un infarto. Escuchar la voz de Thiago lo hace vibrar. Tiene más claro que nunca que lo ama y que podrá ser feliz sólo escuchando su voz. Le emociona poder hablar con Thiago, poder llamarle mi amor y que no pase nada.
--Simón, ¿qué anda?
--Espero que no te moleste que te llame.
--No claro que no, podés llamarme siempre que quieras.
--quería llamarte en el viaje pero no te quise molestar.
Thiago lo nota muy ansioso y eso le gusta. Le gusta el poder que ejerce sobre Simón, estar seguro que el chico hará todo lo que él le pida.
--tú nunca molestas. Ya te dije me podés llamar siempre que quieras, para eso te di mi número. También me podés mandar un mail.
--No, prefiero llamarte por teléfono. Escuchar tu voz, ese me da vida. Poder decir que te amo sin que pasa nada, decirte lo feliz que he sido contigo. Lástima que no sea más tiempo.
--Pero la próxima vez que tú vayas al pueblo pues me dices y allá estará.
Simón habla muy exaltada.
--¿en serio?
--claro, porque somos novios. Yo estaré allá pero me tenés que prometer algo.
--¡si lo que quieras¡
Y Simón habla sin pensar. Haría lo que fuera por Simón y Thiago lo sabe y sonríe feliz.
--bueno nada, es que no soportaría que estés con ningún chico. Yo no me acostaré con nadie y no quiere que tú lo hagas. Es que me muero sólo de pensar que puedes besarte con otro.
--Yo te juro que eso no va a pasar.
--claro porque tú eres libre, tú nunca me engañarías.
Simón siente culpa. Thiago siente sentimientos encontrados. Por un lado le duele estar haciéndole falsas promesas a su primo y del otro lado le da rabia sentirse engañada, sabe que Simón está jugando tanto con él como con Ángel y eso es algo que le da mucha rabia. Se ha hecho un silencio, Simón se siente culpable. Ha mentido a Thiago pero no quiere estropear las cosas. Va a romper con Ángel y así su primo nunca sabrá que le ha mentido.
--Simon, ¿estás acá?
--si, sí te escucho.
--En qué te quedaste pensando?
--No, en nada. Es que tengo que hacer algo y bueno, escucharte me da fuerzas para hacerlo.
--¿y qué es eso que tenías que hacer?
--No, nada. Una tarea, como me he quedado atrasado.
--bueno pues te dejo para que hagas tu tarea.
--Luego te llamo. Te amo, eso no lo dudes.
--No lo dude, sé que me vas a esperar, que aunque no nos veamos en tiempo nunca te acercarás a otro tipo.
A Simón le gustaría que Thiago fuera más cariñoso con él pero tiene prisa en colgarle para poder ser libre y hablar con Ángel. Thiago es el primero en colgar, un poco brusco. Está seguro que simón romperá con Ángel y eso lo tiene contento. Simón mira hacia la ventana. Le duele lo que va a hacer pero está decidido.