sábado, 15 de octubre de 2011

Capitulo 44







Desnudo en la ducha, Simón siente que ha caído del cielo al infierno o más bien Thiago lo ha hecho caer. La noche antes Thiago lo llevó al cielo y ahora lo ha lanzando hacia el infierno. Lo que más rabia le da es que él se lo ha permitido.
--¡Sos un boludo¡ --se dice así mismo entre sollozos.
Se da golpes de cabeza contra la pared. Da un puñetazos con fuerza. Es mucha la rabia que siente. Se lastima pero no le duele porque es mayor el dolor de su alma. Simón está buscando desesperadamente alguien que lo quiera. No le importa si es como novios o sólo como amigos pero no quiere estar más solo y quiere que alguien más, a parte de su abuela, lo trate con cariño. Algunos se lo dan pero sólo para tirárselo. No se siente valorado, se siente un objeto sexual. Siente que es culpa de él, que se ha convertido en una bestia del sexo y que por eso nadie lo toma en serio pero no es algo que pueda evitar, le encanta la verga. Pierde la noción de todo cuando ve una que le gusta y luego se arrepiente porque el placer dura menos que la frustración que siente después. El día anterior se ha acostado con dos hombres diferentes (muy muy diferentes) y eso es algo por lo que se siente culpable. Ha estado con uno que no es atractivo, que es de la edad de su padre, que no es cariñoso pero le gusta estar con él porque es lo más cercano a un amigo que jamás tuvo. Al poco se acostó con un guapo de su edad, con el chico que más le ha gustado, por el que nunca ha dejado de suspirar, al que espera cada vez que vuelve a su pueblo. Thiago lo ha hecho muy feliz pero le ha roto el alma. No deja de llorar, de reclamarse así mismo.
--¡vos sabés que Thiago quería sólo sexo, para que le dejás que se burle de ti otra vez¡
Simón siente algo muy fuerte con Thiago, le gustaría ser su amigo, aunque fuera sólo en la distancia y le duele que Thiago quisiera abandonarlo una vez más después de disfrutarlo sin decirle nada después que él le suplicó que no lo hiciera porque eso le había dolido mucho cuando lo hizo la vez anterior.
--¡Es que me lo iba a volver a hacer¡ ¡¡Es una bestia¡ ¡¡no tiene sentimientos¡
Simón siente una furia desesperada y se acaba derrumbado. Cae en la bañera. Desnudo, sentado, con las manos se agarra las rodillas y llora. Llora mucho. Trata de vaciar todo el dolor que siente. Se queda ahí desnudo, sin moverse, sin dejar de llorar. Sale triste pero más tranquilo. Sale desnudo, mojándolo todo. Está acostumbrado a que siempre limpien por él y no se preocupa. Se queda desnudo ante el espejo. Ha disfrutado mucho con Thiago, le encanta el sexo y no piensa renunciar a él.
--Aguirre me dará lo que necesito –dice con cierta amargura.
Quiere su compañía pero también una verga que lo calme. A Aguirre lo va a poder tener todos los días. Nunca ha tenido la posibilidad de tener tanto sexo y es una perspectiva que le gusta. Hubiera preferido que fuera alguien más de su edad, en especial Thiago pero Aguirre es un buen premio de consolación.
--¡No voy a volver a pensar en Thiago, él se acabó para siempre¡
Y lo dice en voz alta para creérselo él mismo.


Pasa la mañana tranquilo con su guitarra, el tiempo se le pasa volando. Tiene una guitarra siempre en su cuarto y en esa casa puede tocar con libertad. Nadie le regaña. Al contrario, a Esperanza le encanta como canta y toca su nieto y lo anima a que lo haga. Es sobre las cuatro cuando Aguirre esta dispuesto, puede estar con él un buen rato dependiendo luego de la gente que vaya viniendo después pero un tiempo para echarle un polvo a ese guapo joven Aguirre siempre saca. Aguirre no se lo dice porque no quiere un compromiso con el chico pero lo espera. Nunca tuvo un cuerpo tan joven y lindo para disfrutar sin límites y piensa aprovecharlo mientras Simón se lo permita. Aguirre no muestra sus ilusiones pero sus ojos se iluminan cuando lo ve a Simón tras la puerta de su tienda. Es el chico más guapo que ha bisto en su vida. Aguirre vive su sexualidad de una manera frustrada y Simón lo llena totalmente. Simón está desesperadamente ansioso, desea que Aguirre borre con su cuerpo las huellas que le dejó Thiago. Simón se engaña, tampoco lo hará con un polvo porque Thiago lo ha dejado marcado por dentro. Aguirre echa el cerrojo en la puerta para que nadie los moleste mientras Simón lo abraza por atrás, le va besando por el cuello mientras sus manos se le van metiendo por dentro del pantalón. Ambos se encienden enseguida.
--aquí no, pibe –jadea—estamos muy cerca de la puerta y pueden vernos.
Aguirre se gira y se rompen la boca de un intenso beso a la vez que van hacia la trastienda. Simón se arrodilla y libera la verga de Aguirre que está deseosa que la boca de Simón la goce. Aguirre había pasado meses sin tener un ejemplar de macho como Simón y está encantado que el chico se deje disfrutar y espera que siga haciéndolo todo el verano. Nada le gustaría más al carnicero que acostarse con Simón todos los días sin compromiso, sin poner a su familia en peligro. Simón traga con ansias la verga de Aguirre. Cualquiera diría que lleva meses sin verla cuando la tuvo el día antes pero Simón necesita descargar toda su rabia y esa es la mejor manera. La devora entera y con violencia. Aguirre le va acariciando los cabellos para agradecerle el sabroso trabajo que le está haciendo pero también intenta graduar los movimientos porque son demasiado agresivos.
--Pibe, ¿qué te pasa? Me vas a hacer daño –gime.
Simón se saca la ropa. Lo mira, siente ansiedad, una frustración que quiere olvidar.
--rompeme el culo –le suplica.
Simón nunca ha sido tan violento, tan directo pero le pone cachondísimo a Aguirre.
--¿no querés que te la coma un rato?
Simón hace que no con la cabeza mientras se baja los calzoncillos quedando totalmente desnudo frente a ese maduro hombre. Para Aguirre es un espectáculo maravilloso y sólo con verlo desnudo ya le produce un placer indescriptible. Pensar que se lo va a chingar hace que casi se venga. Simón es más apasionado que nunca y a Aguirre le gusta. Le excita los gritos de Simón pidiéndole que le dé más duro, que lo insulte, que lo azote. El placer hace olvidar a Simón almenos en ese instante. Aguirre va hablando de una manera muy obscena porque está muy caliente mientras va dando azotes en ese peludo culo en el que se está clavando con todas sus fuerzas haciendo chillar a Simón como nunca antes.
--¡me encanta tu culo, pibe, y ahora es todo para mi¡ ¡¡tu culo es mio¡
Simón no deja de gemir. No se tiene porque frustrar y está disfrutando.
--¿te gusta, nene, te gusta lo que te hago? –pregunta Aguirre que disfruta viendo a Simón retorciéndose del gusto y pidiendo que siga, que le dé más duro.
--¿¡quieres más fuerte?¡ --jadea Aguirre que ya le está dando todo.
--sí, quiero que me rompas el culo, quiero notar toda tu verga en mi culo¡ --jadea Simón totalmente enloquecido.
Aguirre va todo lo rápido que puede y Simón se muere de placer. Aguirre va masturbando a Simón mientras se la clava hasta que Simón se viene y eso intensifica el gozo de Simón que está encontrando el mejor alivio a su solitaria alma. Se quedan un buen rato tumbados en una vieja y pequeña cama. Desnudos, muy pegados. De lado. No se dicen nada, no se mueven. Están agotados del placer. Se quedan así un buen rato hasta que Aguirre se levanta totalmente desnudo.
--tengo que laburar, si querés te podés quedar –dice mientras busca su ropa.
Aguirre es el hombre que mejor lo ha tratado pese a lo brusco que es Aguirre, almenos luego de divertirse con él no lo corre de su vida. Aguirre se agacha para agarrar su ropa y Simón se levanta y lo abraza. Se frota en él.
--Me gustaría verte siempre que se pueda, ¿te vas de vacaciones?
--No, yo estoy por acá todos los días. Por mi podés venir todos los días.
Simón se aferra a ese hombre con fuerzas, le gusta el calor de otro cuerpo y no sólo en el momento de chingar.
--vendré todos los días si me dejas, tengo todo el verano sin nada que hacer y quiero pasarla bien contigo.
Aguirre se gira. Trata de sonreír a Simón pero no es algo que le salga porque no está acostumbrado.
--No se lo digas a nadie –le suplica.
--Tranquilo.
Aguirre lo abraza y Simón se siente querido. Se besan tiernamente. Simón tiene un amigo sexual y es lo que siempre ha querido, ahora es para todo el verano. Nunca disfrutó tanto con un macho y le gusta la idea de hacerlo.