viernes, 29 de julio de 2011

capitulo 34



Simón lleva unos días suspirando por León. Se dice así mismo que es algo que no puede ser:
--¡¡es un nene¡
Pero no puede olvidar la imagen de ese adolescente agarrando su verga con las dos manos.
--pero cómo crece el nene¡ --se dice excitado.
León lleva unos jeans blancos que le quedan espectacular. A Simón se le van los ojos tras ese chico.
--¡qué bueno está¡ --piensa.
León lleva unos pantalones muy ajustados y se le dibuja perfectamente el culo. Es pequeño pero redondo, bien hecho. A Simón no le gusta este tipo de ropa pero en León le encanta pero se le dibujan las formas a la perfección. A Simón le pone muy cachondo verlo caminar. Los pantalones se le meten por la raja del culo y es muy sexy. León va con una chica diferente a la del otro día. Tiene una actitud muy cariñoso con ella. Le da tiernos besos en los labios. Simón siente celos y envidia, le gustaría cambiarse por ella, vivir una relación así. El propio Simón se recrimina esos pensamientos:
--¡es un nene¡ ¡¡no podés pensar así¡ --se dice así mismo.
No deja de mirarlo, León se va con la chica a la que no deja de besar.
--además se nota que le encantan las mujeres, jamás él tendría nada con otro chico --se dice con frustración.

Simón va a su clase. No quiere que nadie se dé cuenta que se está sintiendo atraído hacia un chico menor que él. Sabe que se burlarían aún más de él. Simón lleva ya varios días sin sexo y está cachondísimo. Al llegar a su casa se tira sobre la cama, se desabrocha los jeans y se saca la verga. Se masturba pensando en León. Mientras se masturba se va bajando toda la ropa. Se limpia la leche con los calzoncillos. Se queda relajado pero frustrado. Se sienta en la cama desnudo como está. Agarra su guitarra que es su amiga más fiel. Como siempre la música la transporta a otro mundo y eso lo hace feliz, sonreír.











En otra parte de la ciudad, quien también sonríe y se la pasa muy bien es Ignacio. De rodillas en la ducha le está haciendo una mamada a León. El adolescente está de pie. Disfruta de lo que le está haciendo su primo pero deja claro que:
--No te la pienso volver a mamar nunca más. Me da asco y si Paloma se entera que te he comido la verga no va a querer que la vuelva a besar.
Ignacio está como loco, disfruta mucho con esa verga en la boca. Acariciándole los testículos mientras le dice:
--si no le cuentas que me la chupas no se va a enterar.
--Pero es que no me gusta, a mi no me gusta comer verga. Me da asco.
Ignacio suelta el pene de su primo pero sigue de rodillas.
--pues si tanto asco te da mi verga que te la coma ella.
A León no le queda mucho para venirse y quiere descargar, le gusta que se la chupen.
--la tengo casi convencida para que me la tire pero eso de mamármela va ella y me dice que le da asco.
Ignacio no piensa renunciar a comerle la verga a León porque es algo que le encanta y sin necesidad de nada a cambio pero quiere dominar al chico lo más que pueda. Ignacio se levanta y se pone detrás de su primo, mira con deseo el tierno trasero de éste.
--yo te como la verga todas las veces que gustes pero tú tienes que hacer o dejar que te haga otra cosa...
León se gira de golpe cuando Ignacio le azota el culo. León pega su culo a la pared. Por la manera en la que lo ha tocado, le habla y lo está mirando, León no tiene dudas de la petición. Desde Simón, Ignacio no se ha acostado con nadie. Prefiere ser pasivo pero también le atrae romperle el culo al guapísimo León. León no lo permite ni como activo ni mucho menos como pasivo.
--¡NI loco¡ ¡¡yo no soy gay¡
Y lo dice en un tono de reproche que a Ignacio no le gusta nada:
--¿y crees que yo sí?
León se muestra tranquilo:
--Me da igual.
Ignacio se hace el ofendido, sale de la ducha desnudo y mojado. Espera que León claudique y ofrezca su tierno cuerpo para que lo profane pero León no lo hace. Sigue duchándose solo tranquilamente. Ignacio no está dispuesto a no disfrutar de la verga de su guapo primo. Entrando de nuevo en la ducha, aunque haciéndose el digno, dice:
--lo hago por ti, para que no te quedes con las ganas.
León cierra los ojos, está disfrutando.
--luego si quieres te pajeo pero no me pidas nada más --León gimiendo.
Ignacio se conforma, se conformaría sólo con chupársela siempre. A León le gusta que se la chupen. Espera poder convencer pronto a una chica pero de momento le vale la boca de su primo.

Un par de días después, Simón y León se encuentran en el vestíbulo del instituto. Lleva unos jeans azul oscuro. A Simón le excita su precioso culo. Pasan el uno por el lado del otro. León lo ignora. A Simón le parece que está más guapo que nunca. Casi se rozan. Simón tiene el culo de León a tocar de su mano. Le encanta ese culo, bien marcado, bien formado. La raya del centro del pantalón se le mete por la raja del culo y se le remarcan los dos glúteos. León se rasco la espalda levántandose un poco el jersey. Se le ve la espalda desnuda. Simón está cachondísimo. Tiene una necesidad sexual y afectiva muy grande y en esos momentos no están cubiertas ninguna de las dos cosas.

Semanas después... Simón tiene ganas de hacer pis pero ya toca su clase. Si llega tarde sabe que no lo van a dejar pasar. Se fija en un hombre, de unos 30 años. Es un pintor que está pintando un mural en la pared. No es que sea muy guapo pero no está mal. Simón ve que va al lavabo y como se está meando pues va tras él. El pintor está muy separado y Simón mira de reojo. Se le ve perfectamente mientras se la sacude para sacarse la última gota Simón está muy cachondo, le gusta lo que ve. el hombre es el primer día que empieza el mural.
--¡que buena manera de estrenarse¡ --piensa Simón.
A Simón le gustaría poder congelar ese momento.
--a la pobre la está mareando, nunca había visto un tipo que se sacudiera la verga tanto --va pensando.
Son unos diez centímetros de rica verga con la que a Simón le gustaría llenarse la boca. Simón se aparta un poco antes que el pintor. La imagen del culo aplastado del hombre aún con la verga en la mano enciende mucho a Simón. Y luego cuando se lava las manos. Simón está nervioso, excitado. Pasa por detrás de ese culo, va hacia la puerta. De pronto el hombre dice:
--¿ya te vas?
Es una voz grave que a Simón le gusta, lo penetra. Le ha gustado la verga del hombre y le gusta que ahora le está hablando. Simón balbucea nervioso. No sabe qué decir.
--¿tienes clase? --pregunta el hombre.
--si, pero no... ya llego tarde --responde nervioso.
El hombre es muy seductor.
--¿no te gustaría mirármela más de cerca?
Simón tose. No se esperaba que el hombre se hubiera dado cuenta. Se muestra nervioso. No sabe qué contestar.
--Me la puedes comer en vez de espiarme mientras meo. Tengo 15 minutos y un condón.
Le guiña el ojo y dice:
--¿echamos un polvo rápido?
Simón está a punto de reventar. Su cara no necesita respuesta. Sigue al pintor, encerrados en un wáter. Simón se arrodilla y llena su boca de la verga del pintor. Está muy ansioso, lo disfruta mucho porque estaba deseando tener una verga en la boca y le ha encantado la del pintor. No sabe como se llama el pintor pero éste no quiere hablar. A parte su verga de la boca de Simón al que pone culito en pompa apoyado en el wáter. El hombre se pone el condón.
--mójatelo tú con saliva --le dice a Simón que se está bajando la ropa.
Simón obedece, se llena de saliva su trasero y segundos después el pintor se clava en Simón. Es un polvo rápido que causa más placer en el activo pero Simón estaba muy caliente y necesitaba un polvo, siente que lo llenan de vida. Tiene necesidad de amor, de sexo. Le gusta ese momento. Una vez el pintor se ha descargado, se saca el condón con su leche que deja en la mano de Simón y se va sin decir nada. Simón está nervioso, exaltado. tira el condón por el wáter. Se sube la ropa y se va con una sonrisa. El pintor vuelve a su trabajo e ignora a Simón, ese entristece a Simón pero se verán todos los días, por el momento, y ese lo tiene contento a Simón.