martes, 15 de marzo de 2011

Capitulo 14



Simón y Ramiro están los dos juntos en el lavabo de la biblioteca. Ramiro se lava las manos a consciencia, Simón se las lava principalmente para estar cerca del chico. Le encanta Ramiro. Le gusta poder estar hablando como amigos y además le fascina que sea tan guapo Ramiro está delante de Simón parado hablando. Simón no disimula, le gusta Ramiro. Quiere que Ramiro, sin ser tampoco muy descarado, se dé cuenta que siente algo por él para ver si tiene posibilidades. Ramiro sonríe bastante y Simón está encantado.
--ya nos iremos viendo… --dice Ramiro.
Ramiro se va y Simón se queda sonriendo. Suspira enamorado. Salta. Ramiro le encanta, está feliz.
--¡se me tiene que dar¡
Simón vuelve a su sitio. Hay mucha gente en la sala, lo busca con la mirada ¡y lo tiene justo detrás¡ A menudo Simón se girando para mirar a ese guapo. Lo mira y suspira enamorado.
--¡es que es guapísimo¡ --dice Simón para sí.
Simón está de nuevo ilusionado y eso lo tiene feliz. En algún momento que se siente observado, Ramiro le hace un gesto con las manos saludándolo. Simón se ruboriza. Ramiro hace unas impresiones, se levanta. A Simón le gusta verlo de cuerpo. Lo ve de cara tocándose la barriga –y eso es algo que le pone bastante—Se le ve un buen paquete y eso excita mucho a Simón. Una chica se acerca a Ramiro.
--¿y esa chica quien es? ¿será su novia? ¡¡con lo fea que es¡ --dice para sí.
Simón siente celos al pensar que Ramiro pueda tener novia y además que sea fea.
--A lo mejor es gay y la tiene como tapadera, por eso le da igual que sea tan fea –dice para sí.
La posibilidad que sea gay lo excita. Le hubiera gustado salir con él pero la presencia de la chica le molesta. Simón le pone la mano en los hombros.
--nos vemos.
A Simón le pone cachondo tocar a Ramiro. Se ve muy excitado. Se pasa la tarde ansioso, deseando que Ramiro dé algún paso, saber si es gay, si tiene posibilidades. Siente que el corazón se le va a salir por la garganta. No piensa en otra cosa, quiere que amanezca y llegue un día más y poder verlo.



Simón está triste en la biblioteca, ya queda poco para cerrar y Ramiro nada que aparece. Se acerca ya la hora de cerrar y a Simón le da pena pensar que se va a quedar con las ganas de verlo. De repente nota que alguien le pone la mano en los hombros, Simón vibra. Se gira y lo tiene a él.
--hola ¿qué tal? --Ramiro.
Ramiro pasa de largo, Simón suspira. Mientras ambos están en sus ordenadores, Simón no deja de mirarlo. Sus miradas coinciden, Ramiro alza el brazo sonriente. Y llega el momento que estaba deseando, Ramiro va al lavabo y Simón lo sigue. Y ahí está Ramiro con su verga entre las manos.
--como va? –pregunta Simón colocándose a su lado.
Simón no se da cuenta si le contesta ya que estaba demasiado impaciente para contemplar el bello espectáculo. Simón está muy nervioso, para que no se le note el deseo le habla, lo que hace que no pueda estar todo el rato mirándole la verga. Se la ve completa, también se le ve muchos pelos saliendo de la cremallera. Simón está fascinado contemplando esa bella estampa que le encantaría inmortalizar.
--¡que cosa tan hermosa –dice para sí-- ¡si es 3 veces más grande que la mía¡
Simón está muy cachondo. Nada le gustaría más que comerse esa belleza.
--¡nunca había visto nada parecido¡ --piensa Simón.
A Simón le gusta mucho lo que ve. Ramiro se da cuenta de la manera en la que Simón lo está mirando.
--¡que grande la tienes, eh? –dice Ramiro sensual.
Simón siente que le va a dar un infarto. No se ha dado cuenta que su verga está creciendo. Sí se da cuenta que Ramiro se la está mirando.
--Tú la tienes muy gorda…
--la tuya no está nada mal… --Simón excitado y nervioso.
--No, si no la tengo tan grande.
--¿a caso te has puesto cachondo?
Simón sonríe tímido. Hace que si con la cabeza. Tiene miedo de equivocarse pero necesita saber si tiene posibilidades.
--A mi se me pone gorda cuando te veo –dice Ramiro coqueto.
Simón abre los ojos como platos.
--¿en serio?
Los dos están muy cachondos. Ramiro es mayor que Simón y le gusta la timidez de éste. Lo agarra del brazo.
--ven vamos…
Ramiro mira hacia la puerta que no llegue nadie, entran los dos en el water. Los dos tienen los pantalones desabrochados, sus vergas duras señalan la una en la otra. Se quedan los dos mirándose uno frente al otro como esperando a ver quien empieza. Ramiro espera que Simón sea el que se la chupe primero pero Simón, ahí con los pantalones desabrochados y delante a Ramiro con una gorda verga mirándolo. Le gusta tanto, deseaba tanto poder saborear la trompa de Ramiro que no se atreve. Entonces Ramiro sonriendo se agacha. Simón no da crédito a lo que ve, ese chico que tanto le gusta, que tanto le ha hecho ilusionar le está comiendo la verga. Simón está demasiado caliente y no tarda en venirse en la boca de Ramiro que se traga el semen de Simón de una manera sensual. Entonces a Simón se le pasa ya la vergüenza, se arrodilla. Se lanza hacia ese miembro que tanto le gusta. Ramiro la tiene más grande que Thiago y Simón se la quiere tragar entera pero casi se ahoga. Ramiro le sonríe mientras le acaricia la cabeza:
--no te la tienes que tragar toda… --jadea--chupa sólo la cabeza, así la disfrutarás más.
Ramiro le agarra la cabeza, le va graduando la velocidad. Simón chupa y disfruta. Se siente feliz, no es sólo comerle la verga lo que quiere pero siente que es un inicio, el comienzo de una historia con ese chico que tanto le gusta. Ramiro no tarda en venirse en la boca de Simón pero aún Simón no ha acabado de tragarse su leche que Ramiro ya ha desaparecido. Eso desconcierta mucho a Simón. Se arregla la ropa, se lava la cara y va a la sala. No es eso lo único que buscaba y tiene que hablar con Ramiro. Éste está recogiendo sus cosas para irse. Simón se lo hace venir bien para ir con él. Marchan juntos. Habla principalmente Simón. No es mucho de hablar pero ya que Ramiro no dice nada pues tampoco quiere que estén en silencio.
--¿por donde vas? --Ramiro.
Aunque eso lo aleja de su casa, Simón elige el mismo camino que Ramiro.
--sí, por ahí me va perfecto –miente Simón.
Se despiden como si nada, Simón esperaba aclarar las cosas pero Ramiro se le ha despedido como si nada.
--ya nos iremos viendo –dice Ramiro.
Es amable y a Simón le gusta estar con él, han pasado un buen rato pero esperaba que las cosas se definieran, que Ramiro lo trata de otra manera. Simón apenas puede dormir en toda la noche.
--Mañana aclararemos las cosas –dice.

Simón va a la biblioteca con más ganas que nunca de ver a Ramiro. Simón está en su ordenador pero el otro chico no llega. Simón mira a un lado, Ramiro pasa por su lado, lo saluda sonriendo y alzando la mano. Simpático pero después de comerle la verga Simón esperaba algo más. A la hora de irse Simón ve que espera a un chico (a Juan) se van los dos juntos. Simón se muere de los celos.