Juan y Ramiro están los dos desnudos en la cama. Se han disfrutado. Juan se muestra más cariñoso, quiere tocar a Ramiro pero éste se aparta un poco.
--dejame, estoy cansado.
Juan trata de hablar, de tener una conversación con su amigo amante. No le gusta sentir que Ramiro sólo lo quiere para desahogarse, para el sexo. Ramiro se muestra distraído. No le hace caso.
--¿me estás escuchando?
Pero Ramiro está ajeno a él. Piensa en Simón y en ese encuentro en el baño que han compartido. Le ha gustado mucho. Sonríe con cara de depravado. Esa sonrisa llena de sospechas a Juan. Le da unos golpes en el pecho.
--¿de qué te reís?
A Ramiro no le gusta que lo haya distraído de sus pensamientos.
--¿¡qué te pasa? ¿¡porqué no me dejas tranquilo?
--Quien solo se ríe de su maldades se acuerda.
--qué? ¿¡¡que estupidez me dices?¡
--de que te reías?
--No, nada.
--No me estarás engañando ¿no?
Ramiro se levanta, se empieza a vestir.
--entre tú y yo no hay nada.
Juan no le quiere hacer una escena de celos pero Ramiro le gusta mucho. No lo puede evitar. Salta de la cama. Se queda de pie desnudo mientras Ramiro se viste.
--¡No creo que tu mujer opine lo mismo¡
Con los pantalones desabrochados, Ramiro agarra del cuello a Juan:
--¡le decís a mi mujer y te mato¡
--¿¿qué querés hacer con ella? ¡no te gustan las mujeres¡
Ramiro le da un puñetazo.
--¡no te quiero volver a ver¡
Juan es mucho más fuerte que Ramiro y podría tumbarlo sin problema pero no quiere hacerle daño. Juan se queda desnudo, aguántandose la barbilla con la mano. Está herido por dentro. No quiere hacerle daño pero no está dispuesto a que esté con otro.
--¡si quiere estar con un macho tendrá que ser conmigo¡ ¡¡sino que se atenga a las consecuencias¡
Juan da un golpe a la pared.
--¡como me entere que está con otro todo el mundo sabrá que tiene un lado gay¡ ¡¡A mi me da igual que me señalen¡ ¡¡veremos que dice su noviecita¡
Ramiro se va con una sonrisa. Juan es un amigo, sabe que estará ahí cuando lo necesite y sino tampoco le preocupa. Ahora es Simón el que ocupa sus pensamientos. Sonríe con cara de depravado al recordar la sensación que tuvo al sentir la verga de ese guapo tímido en su boca.
--¡me lo voy a tirar… mañana mismo¡
Ramiro sabe que Simón se va a dejar dominar por él, que podrá hacer con el chico lo que quiera. Se siente orgulloso de eso.
--¡Yo lo voy a sacar la timidez con esta¡ --dice agarrándose el paquete.
Ramiro sonríe con cara de depravado. Chasquea los dedos.
--A la que haga así estará arrodillado ante mi.
Por su lado, Simón está desnudo en su cama. Siente una sensación agridulce. Le ha gustado chupársela a Ramiro pero almenos le gustaría que fueran amigos. Está muy ansioso. Está deseando verlo, hablarle. No sabe cómo tiene que actuar de ahora en adelante.
--¡Nos la hemos comido, tampoco podemos seguir igual¡
Simón agarra su guitarra y desnudo como está comienza a tocar. Es la única manera de relajarse porque no puede dejar de pensar en él. Ramiro ocupa todos sus pensamientos, está deseando volver a verlo. Quisiera que al cerrar los ojos volvieran a estar juntos. Sonríe feliz. Se imagina haciendo tantos cosas bonitas, románticas con él en plan novio. No es sólo sexo lo que busca y está seguro que Ramiro también va a querer.
Comienza un nuevo día. Simón está muy distraído. Tiene clase por la mañana. No es hasta la tarde que se encuentra en la biblioteca. Está en uno de los ordenadores. Domina toda la sala, está seguro que si Ramiro llega lo verá. Ramiro pasa por su lado pero no le dice nada. Le toca la fila de delante. Simón no deja de mirarlo. No entiende porqué Ramiro no le dice nada. Está esperando la oportunidad de ser él quien se le acerque. De pronto Ramiro le silva. Va hacia él pero pasa de largo. Eso sí sonríe y alza la mano. Ramiro va al lavabo pero en realidad no tenía que pasar por delante de Simón para ir al lavabo porque así se ha alejado. Simón queda sorprendido.
--va a ser muy descarado que lo siga pero ¡¡es muy rato lo que ha hecho¡
Simón siente que el corazón se le va a salir de la garganta.
--Estoy seguro que él se da cuenta de mis intenciones y que no le importa.
Simón quiere que Ramiro tiene claro que quiere con él. Está seguro que Ramiro esperaba que fuera detrás de él. Se deja guiar por su instinto y va al lavabo con él. Desde fuera se le escucha a Ramiro haciendo pis y a Simón eso le pone muy cachondo. Entra hablando como para no ser tan descarado. A Simón no le sale ni una gota de pis. Simón no puede evitar que sus ojos se le vayan hacia lo que más le gusta.
--¡qué hermosa verga¡ --dice para sí.
Es muy grande, muy gorda. A Simón le excita ver como se la sacude y se la guarda. Le encanta. A simón le da rabia que se la guarde. Quiere de nuevo comérsela y no entiende porque Ramiro hace como si no pasara nada. Simón por un lado no quiere que Ramiro se sienta perseguido pero por otro lado está muy ilusionado y no quiere dejarlo ir. Ramiro va a salir del baño lo que decepciona a Simón.
--¿te vas?
Ramiro se gira divertido. Sabe que Simón es tímido y está muy sofocado. Se acerca a él. Simón se aparta del urinario, con los pantalones desabrochados.
--¿me tengo que quedar para algo?
--Bueno, me gustaría hablar de lo de ayer.
Simón está muy nervioso. Ramiro le gusta mucho pero todo ha pasado demasiado rápido. Aún le cuesta hablar con él. Ramiro le guiña el ojo. Le pone la mano en los hombros.
--Yo no quiero hablar de eso.
Entonces de nuevo se da la vuelta y va hacia la puerta. Simón no entiende la indiferencia de Ramiro. No lo deja ir.
--a que estás jugando?
Ramiro una vez más se acerca a él.
--¿a qué quieres jugar? --pícaro.
Simón está temblando.
--A lo mismo de ayer.
Ramiro lo mira con indiferencia.
--No, a mi no me van los jueguitos de niños. Yo quiero algo más.
Simón se deja llevar.
--¡yo también¡
Ramiro con cara de depravado.
--¿estás seguro?
Simón hace que sí con la cabeza. Simón lo que busca es amor pero Ramiro sólo le quiere dar sexo. Igual Simón se deja llevar. Ramiro lo agarra. Simón se deja arrastrar. Se encierran en el wáter. Los dos están muy ansiosos. Simón es el primero en agacharse. Está deseando comerle la verga a Ramiro. Ramiro no se la deja disfrutar por mucho rato. Lo empuja hacia el wáter. Busca un condón mientras le moja el agujero con su saliva. Ramiro se clava en él. Ambos se retuercen de placer.
