lunes, 7 de marzo de 2011

Capitulo 13




Simón está impresionado. Se ha encontrado con alguien de su pasado. Ambos están en la biblioteca. En los ordenadores. El guapo rubio se acerca a Simón. Le han dado justo el ordenador de delante de Simón. Mira a Simón, sonríe.
--hola ¿qué tal?
Simón sonríe. Siente que el corazón se le va a salir por la garganta. No le salen las palabras. Ese chico le gustó mucho durante la mayor parte de su vida. Siempre lo vio como algo lejano, nunca le hizo caso. Le perdió la pista por un tiempo y ahora lo tiene a su lado. Mucho más guapo que nunca. Además le ha saludado. No sabe si ha sido por educación porque se ha sentado a su lado o porque se acuerda de él. Simón está sorprendido pero encantado. El guapo lo ha hechizado. Lleva unos jeans viejos. El culo se le ve aplastado pero a Simón le resulta muy sexy. Lo ve de pie durante un buen rato. Simón siente un calor que recorre todo su cuerpo, es un calor agradable. Le gusta. Ha estado un buen rato hablando con un chico. Se ve simpático, amable con su amigo. Se van tocando.
--¿serán novios? –piensa Simón.
Recuerda en la escuela. No tenía fama de gay más al contrario, tenía más de una novia. Eso le da un poco de pena a Simón.
--Que además fuera gay sería demasiado bueno –va pensando.
Aunque la manera en la que se miran los dos amigos, se tocan. Le crean dudas. Simón se levanta, hace como si fuera a buscar algo para pasar justo por detrás del chico que le gusto. El rubio no lo mira pero justo cuando Simón está detrás de él, el rubio mete el culo para dentro. Eso es algo que enciende mucho a Simón. Aunque ha pasado meses sin sexo y recién ha vuelto a tenerlo, Simón está muy caliente. Además al rubio se le ve un buen paquetorro. Simón no es sólo sexo lo que quiere pero está excitado. El amigo del rubio acaricia el torso a su amigo. Simón se pone a 100. No alcanza a ver lo que hablan ya que lo hacen flojito.
--tío, no te pasas que como nos vea mi mujer –le dice el que le gusta a Simón.
--Ella sabe que somos amigos, no sospecha nada.
--si igual sabes que no me gusta…
Aunque habla con mucho cariño y él también en alguna ocasión toca a su amigo.
--¿porqué no vamos a mi casa? No sé si me pueda aguantar.
No se dicen nada más pero se miran con deseo. El rubio acaba cerrando el ordenador y se va con su amigo. Simón le ha seguido todos sus movimientos.
--¡que envidia la del amigo que se fueron juntos¡ ¡¡que lo toque¡ --va pensando.
Le excita la idea que sean algo más que amigo. Se los imagina en situaciones sexuales y me encanta.



Los chicos no tardan en estar los dos desnudos en brazos del otro. El que le gusta a Simón es el pasivo y el otro le está dando con ganas.
--¡que polvo, Ramiro¡ ¡¡que polvazo te estoy echando¡
--¡metemela toda… toda… Juan…¡¡quiero sentirla toda¡
--No que después tú me la vas a meter a mí y si me la metes todo me mata…
--de eso se trata…
Ramiro y Juan se retuercen de placer. Caen el uno en brazos del otro. Ramiro se le tira encima.
--dejame descansar, un poco…
Pero Ramiro le empieza a chupar todo el ojete y después se la mete todo. Es bastante grande. Le mete solo la punta y Juan grita de dolor pero es un dolor mezclado en placer, un dolor que le gusta. Ramiro explota, deja a Juan todo molido. Ramiro se levanta de la cama y se empieza a vestir.
--¿ahora te vas? –jadea Juan.
Ramiro lo mira con cara de: ¿ya lo hicimos?¿para qué me voy a quedar? Ramiro se empieza a vestir.
--Sabes que me espera mi mujer.
Ramiro se va vistiendo. Juan queda desnudo en la cama.
--No sé para que te fuiste a vivir con ella… Podrías vivir juntos, así podrías coger todos los días.
--Sabes que no puedo. Me interesa tener novia pero eso no quiere decir que no nos podamos divertir.
Ramiro se abrocha los jeans. Se sube la cremallera. Le guiña el ojo.
--sí pero ella te tiene toda la noche y yo no.
Ramiro se acaba de vestir.
--No te quejes, sabes que cuando me llamas siempre vengo. Me encanta coger contigo.
Se miran con cara de depravados. Ramiro se va vestido y Juan se queda desnudo en la cama.



Simón está en su cama. En su cuarto. Está emocionado por haberse reencontrado con Ramiro pero a la vez triste pero le duele no haber podido tener una relación estable con su primo. Se siente solo, quisiera estar con Ramiro en esos momentos. La música es su consuelo como siempre. Empieza a tocar un tema, compone un tema en el que recuerda a Ramiro. Como lo veía siempre de lejos. Le gustaba mucho. El chico era guapísimo, y siempre que sabía que estaba en los vestuarios trataba de inventar una excusa para entrar, para verlo desnudo pero nunca se atrevió. Siempre lo vio de lejos. Nunca el uno se cruzó en la vida del otro. Le gusta que lo haya saludado, tiene la ilusión que haya sido porque el chico lo recuerde. La música hace que se serene, que olvide un poco a ese padre que lo detesta, que hace como si no existiera, y a Ramiro. Está loco por él, cantando se calma aunque está deseando que llegue un nuevo día y tenga la posibilidad de verlo.

Simón llega a la biblioteca al día siguiente en la tarde. En realidad no le era imprescindible y más que para estudiar es para verlo a Ramiro. Llega Ramiro. No se ha afeitado y está aún más guapo. Simón se derrite. Ramiro siempre le gustó mucho. Lo había tenido olvidado por un tiempo pero ahora que lo ha vuelto a encontrar se da cuenta de lo mucho que le gusta. Ramiro pasa por el lado de Simón.
--¡hey, hola¡ --le dice muy simpático.
Simón está contento. Piensa que sí lo saluda porque se acuerda de él, que la gente no lo va saludando cuando se encuentran en la biblioteca. Lo ve yendo al lavabo. Simón sonríe travieso. Es la mejor manera de acercarse a él. Ramiro va con prisas. Se toca incluso la bragueta lo que enciende mucho a Simón. Simón no busca sexo, le interesa más el amor pero la atracción que siente hacia Ramiro es mucha. Le encanta su cuerpo. Esos jeans, ese paquetorro que marca. Se muere de gusto al imaginárselo desnudo. La tentación de hacer pis a su lado es mucha. Ramiro está en el urinario, se toca la verga con las dos manos. Simón le toca a su lado. El chico le gusta mucho. Está excitado al estar a su lado. Ramiro guarda su grande y hermosa verga dejando a Simón muy impactado. Nunca había visto algo tan grande. Eso le pone muy cachondo. Siempre ha deseado ver a Ramiro desnudo y ahora ya conoce su verga y es una buena verga. Las ganas de verlo desnudo del todo son aún mayor que antes. Mientras está gozando del espectáculo, Ramiro saluda a Simón para sorpresa del chico. Simón sólo había estado pendiente de la verga de Ramiro. No había pensando en saludarlo pero le encanta que Ramiro lo haya hecho.
--tú ibas a la escuela Rubén del Bosque ¿verdad?
Simón hace que sí con la cabeza. Está feliz que Ramiro se acuerde de él.
--Es que me sonaba tu cara.
Simón va hablando pero Ramiro no lo entiende porque Simón está demasiado nervioso. Simón se siente avergonzado pero a Ramiro le encanta la timidez de Simón.