miércoles, 29 de febrero de 2012

Capitulo 83








Simón despierta en brazos de su guapísimo primo. Es su primer despertar en brazos de Thiago desde aquella época en las que se conocieron. Fueron los días más felices de su vida. Simón se sienta en la cama. Se queda mirando a su primo. Lo mira enamorado y con deseo.
--Eres el chico más guapo e irresistible del mundo. Eres mi Adonis particular.
Thiago duerme tranquilamente de lado. Simón está sentado feliz. Tiene ganas de acariciarlo pero tiene miedo de despertarlo. Está durmiendo tan plácidamente que no quiere que se despierte.
--No puedo creer que estés aquí, que no te hayas ido.
Simón siente algo muy fuerte hacia Thiago. Estaba deseando tenerlo así como la primera vez pero estaba acostumbrado a que lo dejara después de hacer el amor que le parece mentira que el chico no se haya ido. Hasta se pellizca para comprobar que no sea un sueño. Simón está desnudo al lado de Thiago. Feliz y enamorado. No deja de admirar su belleza. Thiago se mueve, despierta en ese momento. Es una sorpresa de Simón ver a Thiago en toda una tienda de campaña que han formado las sábanas con la excitadísima verga de Thiago. Los primos se sonríen y se besan apasionadamente. Simón se va a levantar.
--No te vayas, quedate conmigo –le dice Thiago.
Simón tiene una sonrisa de felicidad que no puede con ella.
--No puedo creer que estés aquí conmigo.
Thiago le guiña el ojo. Le agarra la mano. Se la besa.
--Eres muy especial para mi, ¿lo sabes no?
Simón siente que el corazón se le va a salir del pecho.
--Me iba a levantar para prepararte el desayuno. Mi abuela debe estar aún en misa. Podemos comer los dos solos acá ¿te apetece?
Simón le habla con cariño. No deja de sonreír, está muy feliz. Quiere consentir a Thiago y a Thiago le gusta que lo consientan. Simón es muy guapo. Su belleza lo embriaga, es el chico más guapo con el que se ha acostado y le gusta tenerlo dominado. Se la pasa muy bien con él.
--¿no tenés hambre? –Simón.
--¿y vos? –dice Thiago muy pícaro mientras se saca la sábana mostrando su enorme verga en su punto más alto.
Los primos se miran sexymente. Agarrándose los genitales y muy sensual, Thiago le dice:
--Mi mejor amigo te está saludando y tú ahora le tienes que demostrar lo mucho que lo quieres.
Los dos se miran con pasión. Simón agarra la verga de Thiago. Su lengua acaricia lentamente esa cabecita.
--¡Hey que mis huevos se están poniendo celosos, ellos también reclaman tus mimos¡ --jadea Thiago.
Simón le sonríe. Se dedica a los testículos de Thiago. Los acaricia, los chupa, los mordisquea. Los dos comienzan el día rompiéndose de placer porque luego Simón se tumba a su lado. El uno chupa la verga del otro. Beben del otro. Se miran satisfechos. Thiago se queda tumbado en la cama con una sonrisa de satisfacción. Simón se envuelve en la sábana.
--voy a preparar un buen desayuno –dice Simón amorosamente.
Thiago le guiña el ojo. Simón prepara tostadas y café. Lo pone todo en una bandeja. Lo sube al cuarto. Lo deja en la cama. Oye la ducha. Se pone cachondo. Sin dudarlo entra en el baño para contemplarlo al detalle. Simón le sonríe a Thiago. Es guapísimo y muy sexy. Su cuerpo musculoso brillando por el agua lucia mejor que nunca. Sus cabellos mojados tapándole una parte del rostro, su fuerte torso por donde deslizan unas gotas de agua que resvalen hacia sus robustas y peludas piernas. El instrumento de placer de Thiago totalmente dormido y mojado le está llamando a gritos que se lo haga vivir de nuevo. Thiago sonríe a Simón y con la cortina se ha tapado la parte de su cuerpo que más le gusta a Simón. Verlo así para Simón lo hace más irresistible y erótico.
--Haz el favor de irte –le dice Thiago seductor y riendo—que me da vergüenza. Deberías haber llamado.
Simón sonríe feliz y se le tira encima. Se besan ardientemente bajo el agua. Simón se siente feliz y no le importa nada. Thiago también se la pasa bien con Simón aunque no tenga buenas intenciones con él.















Por otro lado, Ángel se ha quedado totalmente dormido por la droga que le ha dado Jay. Está tumbado en el sofá. Jay está muy excitado.
--¡Vas a ser mío¡ ¡¡mío, por fin¡
Jay agarra en brazos a Ángel. Lo deja en la cama de Simón. Lo empieza a acariciar, quiere desnudarlo pero no se atreve. Él mismo no sabe que le impide profanar el tierno cuerpo del chico, que él cree que no ha conocido varón.
--Puedes violarlo y después hacerle creer que fue Simón.
Pero Ángel le despierta mucha ternura. Ángel es el único que saca lo poco bueno que aún hay en Jay Jay lo ve tan inocente que es incapaz de hacerle nada. Se le queda al lado, mirándolo. Tratando de acariciarlo pero ni de eso se atreve.

Al cabo de un rato, Thiago y Simón van a dar una vuelta al pueblo tal y como hicieron en la primera visita de Thiago.
--¿te acordás? –le va diciendo a veces Simón.
Thiago no le presta mucha atención y Simón tampoco habla mucho. Está muy feliz de estar al lado de Thiago. No deja de mirarlo. El chico es guapísimo y su belleza lo distrae. Le gusta estar paseando con él. Le gustaría poder tomarle de la mano pero Thiago no se lo permite. A veces Simón le roza los dedos pero Thiago lo regaña.
--Acá no, es un pueblo. No nos van a entender.
A Simón no le importa nada. Lo besaría, lo abrazaría. Le sonríe con cariño. La belleza y la amplia sonrisa de Thiago lo tiene totalmente enamorado.
--En la casa me podés hacer lo que quieras –le dice Thiago cariño.
Simón suspira enamorado. Aunque pasean como amigos, tanto Simón como Thiago son muy guapos, hacen una muy bonita pareja. La belleza de ambos causa impacto en la gente que los ve, sobretodo en los que no lo conocen. Tantos chicos como chicas se fijan en ellos, en sus cuerpos, en sus culos. Simón no tiene más que ojos para Thiago pero no así Thiago que se le van los ojos hacia un hombre guapo, mayor que ellos que le coquetea. Simón se pone celoso. Le pellizca la mano para llamar su atención. Thiago se queja. Se lleva la mano a la boca.
--¿qué hacés, boludo?
--Si vuelves a besar a alguien te beso en los morros apasionadamente para que vean todos que eres mio.
Están en una pequeña calle. No pasa nadie. Thiago le pone la mano en las mejillas y le sonríe.
--No te me pongas celoso. Tú y yo somos novios aunque nadie lo sepa.
La palabra novios en los ojos de Thiago suena a música celestial.
--¿novios?¿somos novios?
--claro, tú no tienes novio ¿no?
Simón está feliz. Es lo que siempre ha soñado.
--No, sólo estás tú. Te amo, te amo tanto.
Thiago le sonríe pero a la vez siente rabia porque Simón le está ocultando a Ángel. Le da rabia porque quiere que tanto Ángel como Simón sean sólo suyos.