martes, 14 de febrero de 2012

Capítulo 74




(*Colaboración muy especial y estelar de Juan Cruz de Gh2012 como Juan el vergón).

Simón ha descargado su rabia nadando. Ha ido a la piscina en la que se acostó con ese desconocido. Nada un buen rato. Simón se siente muy herido. El sexo es lo único que podía aliviarlo. Desea que en las duchas haya algún chico para poder desahogarse. Le da rabia ver que está él solo.
--No llegué en un buen momento.
Espera un rato desnudo bajo la ducha. No puede con el coraje. Con la rabia. Busca en los vestuarios con la esperanza que llegue alguien pero se viste solo. No llega nadie. Aunque es tarde, aún la piscina no cierra. Tenía la esperanza de encontrar a alguien con el que poder descargar su rabia contra Ángel. Ya vestido, Simón vuelve hacia las duchas. Va al lavabo. En realidad lo que quiere ver es si ya ha bajado alguien más.
--debí haber esperado, asegurarme que bajaba alguien –dice para sí.
Pero estaba nadando con mucha rabia y no se había dado cuenta. Justo en el primer vestuario, el pegado a las duchas, en el que se quería quedar pero finalmente se fue a otro porque tampoco pensó que iba a bajar alguien interesante en el último momento. Ve a dos chicos de su edad. Morenos, que no están nada mal. Totalmente desnudos. A uno le ve el culo. Al otro (el más macizo) una verga enorme. Simón siente una gran rabia de no haberse metido en ese vestuario pero luego piensa que depende del sitio en el que estuviera no le hubiera visto la verga a ese guapo. Va al lavabo ardiendo. No hay nadie en las duchas. Se moja la cara porque está muy caliente. Vuelve a pasar por ese vestuario. Al que le ha visto el culo ya lleva calzoncillos. El del vergón no.
--claro, debe estar bien orgulloso de esa verga y la luce bien –piensa Simón.
En esos momentos está de lado pero no se le ve pero si le ve la parte genital. Ve que está depilado pero que ya le está saliendo el vello, eso le caliente. Simón se queda parado frente al vestuario haciendo como si buscara algo en su bolsa. El vergón va caminando hacia las duchas luciendo todo ese vergón que se va moviendo. Es una buena verga, totalmente dormida. Es la más grande que Simón ha visto en su vida. Es finita pero muy muy larga. A Simón le encanta verla en movimiento. Le gusta que el chico, que es además guapo y tiene muy buen cuerpo, vaya sin problemas a la ducha desnudo.
--hombre, lo normal es ir en bañador –piensa Simón.
Pero a ese guapo no parece que le moleste que los otros disfruten de su vergón y Simón está encantado. Está muy cachondo. Lamenta no poder compartir la ducha con ese guapo.
--¡mierda, si hubiera tardado unos minutos más¡
Está rabioso, tiene ganas de descargar pero además esa bella verga lo ha puesto bien caliente. No piensa en nada. Vuelve a las duchas. No sabe a qué pero vuelve. Hay movimiento de chicos y todos estaban en el mismo lado. Juntos, desnudos.
--¡pedazo de ducha se están pegando estos¡ --dice Simón con excitación y frustración.
Le ha perdido de visto pero tiene tiempo de ver un frontal de otro chico metiéndose en la ducha. No está tan bueno como el otro, es más grueso pero no está nada mal. Eso sí, su verga pues es la mitad de la del otro. Hay duchas individuales, en una pared y en otro pero todos los que están están en el mismo lado.
--Wow¡ --piensa Simón al ver que el otro desnudo se mete en la ducha donde debe estar el vergón.
Simón hace que se lava las manos. No se ve el interior de las duchas. Hay una que está en medio del paso y aunque hay más libres, hay un chico duchándose en medio del paso. Le ve el culo. Es un buen culo. A Simón le gusta ver como se ducha, verle todo el cuerpo lleno de jabón.
--Este tio –va pensando Simón—ahí en medio. También se tiene que ser exhibicionista.
Le ve de frente. Es una verga muy pequeña. Más bien ridícula, una cosa de unos tres centímetros. Es tan gorda como corta.
--No sé como no le da vergüenza enseñar algo tan pequeño, que el primero la luzca con orgullo lo entiendo pero ¿este? –va pensando.

(*Alex GH2012, el de la verga mediana.)

(*Ezequial, el que la tiene pequeña.)

Simón está demasiado caliente. Tiene demasiadas ganas de polvo y no piensa irse a casa sin compartir la ducha con esos tres guapos. Va rápido al vestuario y se desnuda. No guarda las cosas. Agarra una toalla y se presenta en la ducha desnudo. Se mete en el mismo lado donde está el vergón pero que está en la ducha del fondo, al lado simón tiene al que la tenía más pequeña. Simón está muy ansioso. Ve que los chicos que tiene lo miran mucho. De repente, el que está en la ducha del medio le dice:
--tú no te habías duchado ya.
--No. –nervioso.
--¿o es que nos querías ver la verga? –continua el mismo.
--¡claro que no¡
--Eso decíselo a esta –y señalando la verga de Simón que está alegrándose.
--Venga, no te preocupes. Nosotros estamos por lo mismos. Vamos a mi casa. Nos podemos divertir todos. ¿Te vienes con nosotros? –le dice el de al lado.
Y Simón centra su mirada en la verga del que la tiene más grande. Está al borde de un infarto.
--Con los tres?
Todos se miran con cara de degenerados.
--Sí y como eres el nuevo tendrás que hacer todo lo que te digamos.
Los chicos se van mirando de una manera lujuriosa y Simón no es menos. Está muy caliente. Es el más joven y el que menos controla su cuerpo. Se le endurece del todo. Se avergüenza pero a los otros les gusta. Así van con más prisa.
--Juan, me parece que este se ha enamorado de ti –le dice el que la tiene mediana al que la tiene más grande.
Juan se agarra la verga:
--pero esta no quiere compromisos, sólo divertirse.
Simón está tan excitado que tiene miedo que su cuerpo lo traicione.
--¡y yo y yo… yo tengo novio¡
Juan pone su mano en los hombros de Simón:
--pero no te deja muy satisfecho ¿no?
Juan mira a Simón de una manera muy seductora. Simón tiene ganas de sexo. Ya no piensa en nada, quiere acostarse con Juan. Le da igual si los otros dos están o no.
--Es que es menor que yo pero yo ahora sólo quiero hacerlo contigo.
Juan le guiña el ojo:
--Nos la pasaremos bien pero mis amigos también se quieren divertir contigo.
Muy cachondo Simón dice:
--Yo hago lo que tú digas.
Los tres chicos están encantados con ese nuevo que se ha unido al grupo.

En otra parte de la ciudad, lejos del ambiente lujurioso que se está viviendo en esas duchas, Ángel está viviendo el momento más feliz y romántico de su vida. Está en un puesto de la feria de San Valentín casándose con el hombre de sus sueños, con Thiago. Es una boda que más bien es de pura broma pero para Ángel es un compromiso serio que está aceptando frente a Thiago. No se imagina que Thiago está haciendo todo esto sólo para llevárselo a la cama. La caseta tiene un altar con flores. Un tipo ejerce de juez. Thiago sabe que no es algo legal, por eso sigue adelante, para Ángel es un compromiso tan real como si lo hicieran ante un juez de verdad.
--¿Thiago, quieres a Ángel como tu esposo? ¿quieres amarlo y hacerlo feliz para siempre? –pregunta el falso Juez.
Ángel y Thiago están el uno frente al otro. Tomados de la mano. Thiago se las besa y dice:
--si, claro.
Ángel lo mira lloroso. Suspira enamorado.
--¿ Ángel, quieres a Thiago como tu esposo? ¿quieres amarlo y hacerlo feliz para siempre? –pregunta el falso Juez.
--sí, --dice Ángel lleno de felicidad.
--Pues con el poder que me han otorgado yo os declaro marido y marido. Ya pueden besarse.
Thiago y Ángel se besan con mucho cariño. Ángel lo abraza.
--¡hoy es el día más feliz de mi vida¡ --dice Ángel.
El juez les entrega el certificado de esa boda falsa. Ángel lo mira emocionado. Se van alejando del lugar abrazados.
--¡no me puedo creer que estemos casados¡ --dice Ángel viendo ese certificado de la falsa boda.
Thiago se para. Mira a Ángel con pasión y le dice:
--yo te di una prueba de amor, ¿ahora tú n o me vas a negar la tuya verdad? Es nuestra noche de bodas.
Ángel siente que es para toda la vida. No lo dudaría.