lunes, 24 de enero de 2011

Capitulo 7














Thiago y Simón caminan por las calles del pueblo en silencio. Thiago le sonríe con cariño. Simón se le adelanta un poco. Thiago le mira el trasero con cara de depravado. No cree que él y Simón se vuelvan a ver pero guardará un grato recuerdo, el de su primera vez. Simón siente que el corazón se le va salir por la garganta. Son muchas las emociones que están dentro de él, emociones que no sabe como canalizar.
--¿porqué tan callado? –pregunta Thiago con una sonrisa.
Simón se retiene.
--No sé, a lo mejor estás enfadado.
--¿yo? –dice Thiago sonriente-- ¿porqué lo iba a estar?
Ninguno de los dos saca el tema del beso, Simón no se atreve y a Thiago no es hablar lo que le interesa. Para cambiar de tema, para decir algo, Simón comenta:
--Mi padre odia a los gays, me mata si sabe que soy gay –Simón preocupado.
--pues no se lo digas.
--sí pero, hemos hecho cositas.
Thiago sonríe con cara de depravado. Simón sigue hablando:
--no creo poder seguir como si nada después de esto.
--No te calientes la cabeza, lo más seguro es que tú y yo no nos volvamos a ver.
Eso le hace mucho daño a Simón, le duele pensar que Thiago pueda desaparecer y no lo volverá a ver. Mira muy triste a mi primo.
--¿en serio?
Se le nota dolido. Thiago es más indiferente.
--¿Qué soy para ti?
Le sonríe con cariño, le roza la mano con disimulo.
--No pienses tanto, siente, vive. Somos demasiados jóvenes para pensar.
Thiago corre hacia el puesto de los helados. Simón se fija en el culo de su primo y le gusta, le gusta mucho. ¡¡Le encanta¡ Decide hacer caso a su consejo y corre tras él, los dos comparten el helado contentos.
--¿te apetece ir al río?
--dijiste que era un asco ¿no?
Simón se encoje de hombros.
--tampoco no hay mucho que hacer por acá.
--Bueno, no es cuestión de dejar cosas pendientes. Quiero hacerlo todo antes de irme.
Thiago mira a Simón de una manera demasiado penetrante, a Simón le hace vibrar.





Hablando de todo y de nada Thiago y Simón llegan hacia el río.
--¡te quedaste corto¡ ¡¡es asqueroso¡ ¿¿qué se supone que hay que hacer aquí?
Simón le sonríe:
--bueno, es un sitio más para dar un paseo. ¿vamos a la otra parte?
A ninguno de los dos les llama atención a los ríos, son más de mar. Y además con lo sucio que está. A Thiago le hacía ilusión cruzar el puente, nunca había cruzado uno pero le decepciona.
--es como cruzar cualquier carretera.
Simón se le ríe:
--¿y qué esperabas? ¿Qué viniera a recibirnos la banda del pueblo?¿fuegos artificiales?
Thiago le da una patada en el trasero de broma. Hace que se enoja. Corren el uno detrás del otro como si se quisieran golpear. Se tiran el uno sobre el otro. Se abrazan. Sienten escalofríos. Una energía del uno pasa al otro. Sus labios tan cerca. Se besarían. Les da pena hacerlo en la calle, no sea que alguien los vaya a ver. Se apartan de golpe. Thiago le haría el amor en ese mismo momento, opta por apartarse de él para poder controlar esas irrefrenables ganas de acostarse con su primo. Simón siente un fuerte deseo hacia él. Le frustra no poder besarlo y abrazarlo cuando le apetezca. Thiago es el primero en bajar del puente y pisar la parte nueva.
--¿esta es la parte nueva? –pregunta con algo de decepción.
Simón se coloca a su lado. Le sonríe.
--hombre, se nota la diferencia entre las dos partes. No me digas.
--bueno, pensándolo mejor sí… esta parte es vieja pero es que la parte vieja es demasiado viaje…
--Me hace gracia todo tan antiguo…
Thiago lo va mirando fijamente:
--si no estuviéramos en la calle te ibas a enterar –dice para sí.
Van dando una vuelta. Se topan con el monumento de un tipo.
--¿y este quien es? –pregunta Thiago.
--Es un viejo alcalde, murió hace muchísimo. Fue el que se encargó de hacer el proyecto de la nueva parte.
Thiago se sube al monumento. Le mira la cabeza.
--No me gusta tu cara –dice Thiago burlón.
Simón le agarra del brazo.
--venga, bajate que como nos vea alguien. La gente le tiene mucho cariño al alcalde.
Thiago se agarra el paquete.
--¡me dan asco los políticos¡
Thiago se va bajando la cremallera. Simón lo mira con terror.
--¿qué hacés?
Thiago se saca el pene.
--¡no, no hagas esto¡ --Simón nervioso.
Thiago mira a Simón con cara de travieso.
--no puedo aguantar más.
Simón estira del brazo a Thiago:
--¡pues vamos a cualquier lugar¡
A Thiago le hace gracia la cara de susto de Simón:
--aquí ya va bien…
Thiago sonríe con cara de salvaje mientras va orinando en los pies del alcalde y va salpicando toda la escultura.
--apartate porque te voy a salpicar a ti –Thiago riendo.
Simón se aparta. Se lleva las manos a la cabeza. Mira por todos los lados para asegurarse que nadie los está viendo. Thiago se sacude la verga para sacarse la última gota.
--¡venga apurate¡ --dice Simón sofocado.
Thiago se la guarda. Se pone delante de Simón, se la cremallera. Los dos se miran con deseo.
--¡¡venga vamos ya… que nos pueden descubrir¡
Simón está muy nervioso y a Thiago le hace gracia.
--Si te callas cuando lleguemos a la casa te voy a romper la boca como hace un rato en la ducha…
Simón pone cara de que le va a dar un infarto.
--¿qué dijiste?
Thiago le sonríe con cara de pícaro. Le sonríe. Le acaricia la mejilla disimuladamente:
--ya me oíste y ahora volvamos a casa o te voy a besar en la calle y entonces sí nos pueden hacer un escándalo.
Los dos están muy excitados. Sienten que se les va a salir el corazón por la garganta. Thiago corre por el puente, Simón se lo queda mirando. Thiago está buenísimo. Le gusta mucho. Sonrie feliz. Thiago lo llama.
--¡venga, primo¡ ¡¡no te quedes atrás¡
Van corriendo, saltando, tocándose. Excitándose uno con el cuerpo del otro.

Simon y Thiago en la habitación, Thiago lo abraza para besarlo.
--¿qué haces? –Simón nervioso.
--es lo que quedamos recién ¿no?
--si pero… --balbucea Simón.
Thiago lo besa pero Simón se aparta. Se muestra nervioso que es algo que excita aún más a Thiago. Se muestra pícaro:
--En la ducha me besaste tú ahora es lógico que te bese yo…
Simón cierra la puerta con cerrojo. Thiago lo mira seductor. Simón traga saliva.
--ahora puedo? --Thiago picaro.
--si… --Simón nervioso.
No hay palabras. Hay caricias, deseos. Simón se deja llevar por Thiago. Están temblando. Se quedan en la cama besándose. Disfrutan largamente de sus manos, de sus labios. Thiago le mete la mano por dentro del pantalón. Lo quiere desnudar.
--no, espera… --jadea Simón
--Tu quieres… --dice Thiago que se resiste a soltarlo.
--espera a que la abuela duerma… luego hacemos lo que quieras –Simón sofocado.
--¿lo que quiera?
La cara de degenerado de Thiago asusta pero le gusta a Simón.
--lo que quieras…
--¡es una promesa¡ ¡¡ya no te puedes echar atrás¡
Simón se queda en la cama. Thiago de pie lo mira con una sonrisa pícaro, con cara de “te vas a enterar”. A Simón le asusta pero también le gusta.